Las petroleras están aprovechando el alza del precio del crudo (ahora el barril de Brent está en torno a los 90 dólares) para recuperarse del batacazo que supuso el Covid. Así se ve en las estadounidenses HalliburtonChevron y ExxonMobil, en la anglo-holandesa Shell y en la británica BP. Esta última ha ganado 6.615 millones de euros en 2021, su mejor cifra en ocho años, y ha disparado los ingresos un 50,5%.

Esto supone una gran mejora respecto a 2020, cuando BP registró pérdidas milmillonarias de 17.755 millones. El año pasado, su resultado subyacente ajustado por costes de reposición también salió del terreno negativo, pasando de -4.975 millones a uno positivo de 11.206 millones. Y los ingresos han ascendido a 143.577 millones, un 50,5% más, gracias al mayor precio del crudo y a la mayor demanda. Además, en las cifras han contribuido los fuertes aumentos de ganancias y facturación registrados durante el cuarto trimestre (del 71,3% y del 73%, respectivamente).

En España, BP ha tenido un cambio de sillones relevante: Andrés Guevara De la Vega ha sido designado como nuevo presidente, cubriendo la salida de Carlos Barrasa, que se ha marchado a Cepsa

En 2021, la petrolera británica ha reducido su deuda neta en 7.258 millones, hasta 26.757 millones, y su gasto de capital ascendió a 11.193 millones. “Hemos fortalecido el balance general y aumentado los rendimientos”, ha señalado Bernard Looney, CEO de la compañía, resaltando el progreso estratégico: “entramos en 2022 con una confianza creciente. Los dos últimos años han reforzado nuestra creencia en las oportunidades que ofrece la transición energética: crear valor para nuestros accionistas y llegar a cero emisiones netas”. Además, tienen previsto sacar tajada del excedente del flujo de caja con una recompra de acciones adicional por valor de 1.311 millones en los próximos meses, y estiman ser capaces de hacer recompras por valor de 3.497 millones por año y elevar el dividendo alrededor de un 4% anual hasta 2025.

Conviene recordar que la petrolera británica es líder mundial en el suministro de combustibles de aviación -especialmente queroseno- y lo hace a través de su división especializada Air BP-. A mediados del pasado junio, Andreea Moyes, directora global de Sostenibilidad en Air BP, refirió que “la aviación representa alrededor del 2% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero”, en un artículo en Avion Revue, pero a pesar de esto “el sector está tomando medidas”. Además, en España, BP ha tenido un cambio de sillones relevante recientemente: Andrés Guevara De la Vega, que lleva desde 2005 en la compañía, ha sido designado como nuevo presidente, cubriendo la salida de Carlos Barrasa. Este último ha sido uno de los fichajes de Maarten Wetselaar, CEO de Cepsa, para su nuevo equipo: en concreto, ha entrado en el Comité de Dirección de la energética que controlan Mubadala y Carlyle, y ha pasado a liderar el área de Comercial & Clean Energies. Barrasa ha estado casi un año al frente de BP en nuestro país, pues en enero de 2021 sustituyó en el cargo a Luis Aires, quien se trasladó a Hispanoamérica como responsable de Downstream en Pan American Energy Group (PAEG), compañía del grupo BP situada en Buenos Aires.