Los resultados de Indra, de los nueve primeros meses del año, son buenos, pero las perspectivas son malas. Me explico: Indra es la empresa que mejor funciona en bolsa, al igual que les ocurre a todos sus pares europeos. La razón ya la conocen: Putin invadió Ucrania y el gasto en defensa se multiplicó en toda Europa. Eso significa que las industrias de defensa, esas que tienen un solo cliente, el Estado, van a multiplicar su facturación. Ahora bien, esos son ingresos futuros, no presentes, lo que significa que la empresa va muy bien en bolsa, pero no significa que su margen de explotación vaya igual de bien.

Aún más: los balances de las ingenierías de defensa, como es Indra, son muy engañosos, por el asunto de las periodificaciones. Es decir: son contratos a medio plazo, cuyos ingresos son periodificables por ejercicio. Un contable inteligente puede hacer maravillas en este capítulo. En cualquier caso, está bien que Indra, junto a Navantia, se hayan convertido en el campeón nacional para cubrir las necesidades del ejército y, si hay que fabricar armas, las fabricamos nosotros, no en el extranjero. 

Ahora bien, el problema es que Indra va a tener que multiplicar su producción y la ministra de Defensa, el único cliente, al menos el principal, ya se ha quejado de retrasos en las entregas. ¡Y oiga, estamos en el capítulo uno de la novela!

Es más, como ya hemos informado, amenaza con que si Indra no cumple, se plantea la nacionalización de la compañía. Sabe que es difícil, precisamente porque la cotización de Indra está disparada y al Estado y al Gobierno les saldría carísima, pero está claro que a la ministra de Defensa no le gustan los hermanos Escribano.

Y esa es la otra. Ángel y Javier Escribano, presidente y consejero de Indra, insisten en la operación abyecta: que la Indra que presiden compre la EME que poseen. Una merienda de negros de libro. 

Pues bien, además de aprobar las cuentas del tercer trimestre, el consejo de Indra, celebrado el pasado miércoles, aunque no habló demasiado de la operación en sí, que va a convertir en millonarios a los Escribano, sirvió para doblarle el pulso a Belen Amatriain, la consejera que se oponía directamente a dicha operación.

Y la CNMV, naturalmente, calladita. 

Ya, lo único que podrá detener la operación serán los tribunales. 

No obstante, lo más importante no es eso. Lo más importante sigue siendo que Indra pinte algo en la industria europea de defensa y que aumente su capacidad industrial para surtir al ejército español. Eso es de lo que duda Margarita. 

Y a todo esto, ¿qué piensa Pedro Sánchez? Ni está ni se le espera. El presidente del Gobierno dedica las 24 horas del día a permanecer como Presidente del Gobierno.