Esta mañana ha presentado sus resultados de 2022 la tele de los Berlusconi, Mediaset, que en España preside Borja Prado: 178 millones de euros, un 1,5% menos que en 2021. El mercado no se lo ha tomado bien, y mientras el Índice General de la Bolsa de Madrid, del que forma parte esta sociedad, subía un 0,6% las acciones de Mediaset lo hacían en un escaso 0,12%.

Se agradece la presentación de la sociedad a los medios por clara y sencilla, pero nos parece escasa la información y cicatera en detalles, especialmente para una compañía que cotiza en bolsa.

Los ingresos caen (-1,3%) mientras que los costes operativos suben (+3,3%), con lo que el resultado bruto de explotación (el EBITDA de los anglopedantes) cae muy significativamente un 13%. El caso es que los ingresos por publicidad, que representan más del 90% de la cifra de negocios de la sociedad, han caído (-4,4%) y ha sido el fuerte crecimiento de otros ingresos (+30%) lo que ha permitido casi sostener la cifra de negocios. 

Los costes de personal suben (+5,9%) mientras que los generales caen (5,2%), pero el mayor peso de los segundos permite una corrección a la baja del conjunto de estos dos costes. Han sido los consumos de derechos de emisión lo que finalmente explican el crecimiento de los costes operativos, pues lo hacen en un 35%. 

¿Va a haber recortes de plantilla? Porque en esta situación no es posible continuar durante mucho tiempo

Llegados aquí, la sociedad necesita explicar por qué, a pesar de la importante reducción del ebitda, el resultado final apenas lo hace en un 1,5%, como anunciábamos antes.  Y la explicación es sencilla: la sociedad ha estado atesorando mucha liquidez en los dos últimos ejercicios, liquidez que aprovechando el incremento de los tipos de interés y de los dividendos cobrados, comienza a resultar una partida muy importante del resultado final: casi 25 millones de euros en 2022, frente a los 3 millones de euros de 2021. 

Y es que Mediaset lleva cuatro ejercicios acumulando liquidez. Este año: 211 millones de euros (+80%), pero el anterior también acumuló mucho: 143 millones de euros (+116%). En estos momentos, la posición financiera de la compañía se eleva a 478 millones de euros que a lo grueso se explican porque tiene alrededor de 500 millones de euros en caja y una deuda financiera de 25 millones de euros.

Mucha caja, poca deuda y altísima solvencia: el 80% de su financiación es de los accionistas. Parece poco razonable no devolver recursos a los accionistas de alguna forma (dividendos, recompras…). No se entiende que este año, en el que el negocio generó una liquidez muy similar a la del pasado (310-320 millones de euros), se haya invertido mucho menos que en el año anterior (43 millones de euros en lugar de 113 millones de euros), lo que explica, los casi 70 millones de euros más de acumulación de liquidez en 2022 respecto de 2021. 

Antes o después alguien va a plantear o que se compra algo, y gordo, o que se comienzan a pagar dividendos. No tiene sentido tanto recurso poco rentable en las cuentas de la sociedad.

Lo que está claro es que tal vez Mediaset no sea independiente de sus anunciantes, pero de quienes sí lo es, es de sus acreedores. Ahora bien esta es una de esas situaciones en que se puede aguantar tanto como aguante la liquidez acumulada. El pasado fue mejor que el presente y el presente, salvo cirugía, parece mejor que el futuro.