Uno de los ‘productos’ estrella de McKinsey son los planes de ajuste de plantilla diseñados para sus clientes. Ahora, bajo el mandato de Bob Sternfels, se aplica su propia medicina para despedir a unos 2.000 empleados en todo el mundo -el 4,5% de la plantilla- en lo que será uno de los mayores ajustes de su historia que finalizará, si todo sigue según lo previsto, en las próximas semanas.

“Estamos diseñando, por primera vez en más de una década, la forma en que operan nuestros equipos que no atienden a clientes, para que estos equipos puedan respaldar y escalar de manera efectiva con nuestra empresa”, afirmó este miércoles DJ Carella, portavoz de la compañía, en un comunicado.

McKinsey ha aumentado significativamente su plantilla en la última década, de tal manera que ha pasado de 17.000 empleados en 2012 a los 45.000 actuales. Y lo más importante del plan denominado Proyecto Magnolia y adelantado por Bloomberg, es que tiene como objetivo preservar el fondo de compensación para sus socios, de los que 650 senior votaron, hace dos años, la elección de Sternfels como socio gerente global de la firma.