B+ no debería pronunciarse 'bi-plus' sino 'B más'. Sucede lo que ya ha sucedido, es decir, que los españoles e hispanohablantes nos hemos vuelto idiotas acomplejados. Digo: B+ es una plataforma que pretende hacer la competencia al monopolio YouTube pero con la fórmula de vídeos de un minuto que permanecerán en la red durante dos semanas.

Vean (en el vídeo adjunto) cómo vende B+ su producto: asaz interesante.

Varios apuntes:

1.B+ pertenece a Apple. Es decir, Apple contra Google. YouTube es un cuasi monopolio mundial que ahora puede convertirse en duopolio mundial. En este sentido debe ser bienvenido aunque, créanme, en la comida de la información, en esta sociedad, me preocupan más los oligopolios que los monopolios porque los primeros proporcionan cierta apariencia de verdad y en el caso de los monopolios... no cuela.

2.Lo más importante: que se repite el esquema de frivolidad Twitter: no se puede expresar un pensamiento profundo en 400 caracteres.

En cualquier caso, vean el vídeo promocional de la nueva red de vídeos: sólo un minuto. ¿Qué se puede expresar en un minuto? Y sólo durante dos semanas: esto es, con vocación de eternidad.

3.Y naturalmente, dentro de lo políticamente correcto, que eso es lo que une a todo el universo GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple), fervientes competidores entre sí pero sensibles defensores del pensamiento único. Volviendo a Twitter: recuerden que el chisgarabís de Jack Dorsey o el cantamañanas de Zuckerberg mantienen censurado a Donald Trump pero no ponen barrera alguna en sus redes a los talibanes afganos.

Lo de siempre, el Occidente cristiano no puede hacer nada porque es el más sólido y el único coherente, porque es, en definitiva, el único verdadero. Es, en resumen, la verdad. Lo suyo nunca será homicidio pero sí puede ser suicidio. Al frente, los GAFA. Enfrentados entre sí pero unidos por el vínculo del Nuevo Orden Mundial (NOM), es decir, del totalitarismo progre, es decir, de la majadería más ambiciosa que recuerda la historia.

Tres consecuencias:

1.Hay que beneficiar cualquier alternativa a B+ y las liberticidas barbaridades de los GAFA. Por ejemplo, prescindir del norteamericano WhatsApp y pasar al ruso-árabe Telegram.

2.Hay que estar en Internet todo lo posible -se lo dice el director del medio informativo decano de la presa electrónica española- pero no perder de referencia la comunicación tradicional: por ejemplo, el libro-papel, por ejemplo, la prensa-papel, mucho más profunda que el universo digital.

3.No olvidemos que todo lo digital tiende a arrebatarte la memoria o a teledirigírtela. Y ahí entramos en el drama cultural del siglo XXI, la sofisticación intelectual del universo digital. Es decir, la verdadera sofistería del siglo XX: una forma abstrusa con un fondo inane. 

Y a todo eso unan que el oligopolio GAFA se ha convertido en un poder omnímodo y ensoberbecido: parásito, censor, ladrón y, ahora, abusón.