España, con 4,6 millones de clientes y una cuota de penetración del 9%, es el cuarto mercado para ING. Por delante están Alemania, con 9,4 clientes, Países Bajos (7,8 millones) y Turquía (5,9 millones). Polonia le pisa los talones a la filial española, con 4,5 millones de clientes, mientras que Australia (2,8 millones), Bélgica (2,5 millones), Rumanía (1,8 millones) e Italia (1,3 millones) cierran el ranking de países en los que opera el Grupo.

El asunto es que el banco quiere crecer en nuestro país y no descarta hacerlo de manera inorgánica, según explicó la responsable de banca retail del Grupo, Pinar Abay, esta semana. El objetivo es alcanzar los 10 millones de clientes hasta 2033, es decir, en siete años, a razón de unos 800.000 nuevos clientes cada año. El reto es ambicioso ya que, en los últimos años, la captación de nuevos clientes se ha situado en torno a los 300.000.

En otras palabras, ING tendrá que afrontar alguna fusión-adquisición si quiere cumplir su objetivo. El problema es doble: por un lado, encontrar una ‘víctima’ propicia, ahora que el sector vive uno de sus mejores momentos en décadas y, por otro, llevar a cabo la operación manteniendo el modelo de negocio que le ha traído hasta aquí y que consiste en priorizar la banca a distancia de la presencial, lo que le permite tener unos costes muy ajustados.

Durante su encuentro con los medios, Abay también resaltó el lanzamiento de nuevos productos y servicios como, por ejemplo, los destinados a pymes. Eso está muy bien, pero en un mercado tan maduro como el español y con unas entidades especializadas en empresas, el propósito se antoja muy complicado de llevar a cabo con éxito. En cualquier caso, el de pymes es un negocio que requiere mucho tiempo y dedicación, desde luego, más de siete u ocho años.

En definitiva, ING España busca su sitio en nuestro país y tendrá que elegir entre continuar su modelo actual, en el que prima la digitalizacón, algo que ya tiene el resto del sector, o amplía su carácter presencial, lo que aumentaría significativamente sus costes.