La verdad es que el nombramiento de Pedro Azagra Blázquez como consejero delegado del Grupo Iberdrola, sorprendió a todos. Primero porque no parecía haber razones para el cambio y segundo porque, por vez primera, Galán faltaba a su promesa de que en la cúspide de Iberdrola debía haber ingenieros, no financieros, gente de ciencias, como lo fueron los dos CEOs anteriores y como no lo es Azagra.

Además, por decirlo pronto, Azagra es un hombre apreciado a Galán por su amor a las decisiones rápidas, pero no era precisamente, el más querido por el equipo directivo de la compañía. Fuentes del Consejo de Administración de la compañía aseguraban a Hispanidad que, "a lo mejor por eso le nombró".

Es la mejor virtud de Galán: donde los otros andan, él corre, y cuando tiene que rectificar lo hace en 24 horas cuando su competencia necesita 24 días. Los clásicos dirían que sabe hacer de la necesidad, virtud

En cualquier caso, Azagra ha chocado con Mario Ruiz-Tagle, el primer ejecutivo de Iberdrola España y valor al alza en la compañía. ¿Es grave? No, por que en Iberdrola manda uno: Ignacio Sánchez Galán. Pero el pulso, de entrada, sorprende, porque Ruiz-Tagle ha pasado a tener, en España, una papel estelar. Ha liberado a Galán de las peleas con políticos y reguladores españoles, sobre todo con los primeros, porque don Ignacio es un hombre mal visto en Moncloa -Sánchez aborrece a todo aquel al que no pueda controlar- un desgaste tremendo que le ha ocasionado muchos disgustos en épocas pasadas. Por eso sorprende que Azagra se empeñe en ir contra Tagle. A fin de cuentas, por mucha internacionalización que le echemos, España sigue siendo la división más importante de Iberdrola.

Estas diferencias entre Azagra y Ruiz-Tagle recuerdan otros enfrentamientos del pasado en la cúspide de la eléctrica, especialmente el de Fernando Becker con Joaquín Martínez- Simancas, por ejemplo. Pero para Galán las guerras internas no tienen por qué constituir una mala noticia, las toma como una especie de selección natural: si los dinosaurios se extinguieron a lo mejor fue por debilidad y el darwinismo puede resultar muy útil en el seno de la empresas.

¿Y cómo pilla a la compañía en el presente momento el ascenso de un personaje tan 'ejecutivo' como Azagra? Ahora bien, como dicen en la sede central de Iberdrola, tampoco importa mucho que Azagra y Tagle no se entiendan porque en Iberdrola manda uno: Galán. Certísimo, pero esa afirmación verdadera no puede agotar la cuestión.

"Yo no hago la política energética, eso es cosa del Gobierno, yo la aplico": si mañana el gobierno volviera a a enamorarse del carbón, Galán se adelantaría a todos sus colegas en la reapertura de centrales térmicas de carbón. Se admiten apuestas

Veamos: los resultados de Iberdrola correspondientes al tercer trimestre no son como para tirar cohetes. Sin embargo, los analistas lo han recibido con aplausos y doña Bolsa también, lo que ha eclipsado cualquier tipo de enfrentamiento interno o la bofetada de Trump a los planes de Galán.

Bofetada por partida doble: por el 'no' concreto de la Casa Blanca a la eólica marina y por el 'no' genérico a la Casa Blanca a las renovables a la solar, lógico, y al hidrógeno, logiquísimo.

Pues bien, la capacidad de regate en corto de Sánchez Galán ha vuelto a demostrarse una vez más. Ha abandonado la eólica marina, allá donde podía hacerlo sin perder mucho dinero, ha cerrado toda la división de hidrógeno y se ha convertido, al menos en España y sin meter en el cajón la corbata verde -que mantiene, hasta en la entrega de los Premios Princesa de Asturias- en profeta de la energía nuclear.

Es la mejor virtud de Galán: donde los otros andan, él corre, y cuando tiene que rectificar lo hace en 24 horas cuando su competencia necesita 24 días. Los clásicos dirían que sabe hacer de la necesidad, virtud.

Todo ello según su convicción más profunda como eléctrico: "yo no hago la política energética, eso es cosa del Gobierno, yo la aplico". Se lo traduzco: si mañana el gobierno, o los gobiernos de Occidente, volvieran a enamorarse del carbón como fuente de energía -y les aseguro que no es una probabilidad del todo absurda en este ridículo mundo de modas pasajeras, recuerden lo que está ocurriendo con la nuclear- Galán se adelantaría a todos sus colegas en la reapertura de centrales térmicas de carbón. Se admiten apuestas.