Fui el primer sorprendido cuando Caixabank fue la primera entidad en sumarse al acuerdo propuesto por el Gobierno a los bancos sobre impagos hipotecarios. Un acuerdo, por otra parte, flojo, que, una vez más, sólo sirvió para que la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, se apuntara un tanto propagandístico muy propio del Sanchismo: hablar de "pactos históricos" cuando lo cierto es que no va a cambiar nada. 

Pero el presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri sabía muy bien lo que hacía. En su línea, Calviño aseguraba en la rueda de prensa posterior al penúltimo Consejo de Ministros que Caixabank ya había dicho sí al acuerdo y tan solo una hora antes, el Ceo de Caixabank, Gonzalo Gortázar, aseguraba que tenían que ver la letra pequeña del presunto acuerdo. 

Lo cierto es que ya estaba cantado que Caixabank se adelantaba al resto del sector y pactaba con el Ejecutivo. Porque, tras el anuncio de Calviño, ¿a ver quién era el guapo que rompía el concierto pro-vulnerables de la hipoteca?

Santander es el primer banco español a nivel mundial, Caixabank es el primer banco en España. Veremos si Goiri desplaza a Botín o ésta consigue mantener el liderazgo

Mientras, en el Santander, con su presidenta, Ana Botín, la persona que controla la patronal AEB, a cuyo frente ha situado a Alejandra Kindelán, intentaba oponerse a un acuerdo que calificaba de inane -algo de razón tiene- que iba a beneficiar a muy pocos pero que podía perjudicar a la banca, en un momento en el que el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España (BdE) exigen pocas alegrías y, sobre todo, exigen que no se hagan exhibiciones cuando la inflación castiga a todos. Por ejemplo, los reguladores exigen a los bancos más provisiones ante la escalada de tipos y le riñen por la exhibición de dividendos de 2022. No era el momento para un acuerdo con el Gobierno sobre hipotecas. 

En cualquier caso, Caixabank se adelantó y el Santander tuvo que aceptar el acuerdo y dar orden a Kindelán de hacerse la foto con la patronal de cajas de ahorros (CECA) y con la patronal de cajas rurales UNACC, a la que siempre han despreciado. 

En otras palabras, las antiguas cajas de ahorros, que continúan presididas por Isidro Fainé, no sólo se niegan a fusionarse con la patronal bancaria AEB sino que, a más a más, especialmente ahora, cuando España empieza a resultar el mejor mercado bancario -y no sólo por la subida de tipos- le disputan la primacía al Santander. Entre otras cosas porque, no nos engañemos, la ratio de rentabilidad de Caixabank en España supera a la de Santander y BBVA, sus dos grandes pares. Otra cosa es que Caixabank no esté el exterior mientras que Botín y Carlos Torres sí lo están.  

Lo dicho, estamos ante una pugna  durísima por el liderazgo bancario, Santander es el primer banco español a nivel mundial, Caixabank es el primer banco en España. Veremos si Goiri desplaza a Botín o ésta consigue mantener el liderazgo.