Ferrari no se ha desbocado, sino que ha frenado en bolsa, donde acumula una depreciación del 14% en lo que va de año, frente al acelerón que tuvo en el primer semestre, y también ha frenado en Fórmula 1, donde Red Bull le ha arrebatado el mundial de constructores y sus pilotos (el español Carlos Sainz y el monegasco Charles Leclerc ocupan el sexto y el tercer puesto, a falta de dos carreras para el fin de la temporada). Y todo ello a pesar de que ha tenido unos buenos resultados en los nueve primeros meses, en los que ha elevado el resultado bruto de explotación (Ebitda), beneficio neto, ingresos y ventas.

El fabricante de coches deportivos con sede en Maranello (Italia) cuyo símbolo es el 'cavallino rampante', tiene como primer accionista a la familia Agnelli (al igual que Stellantis, CNH Industrial e Iveco). Y no fabrica en España, pero sí vende: 70 coches hasta octubre, un 34,6% más, de los que 64 (+36,2%) correspondieron a los nueve primeros meses. 

En el frenazo en bolsa puede haber influido el debut bursátil de Porsche, marca de deportivos de lujo del grupo Volkswagen que ya tiene una capitalización de 46.350 millones, superando la de Ferrari (38.360 millones)

Entre enero y septiembre ha registrado un Ebitda de 1.304 millones de euros, 171 millones superior al de hace un año, y un beneficio operativo (Ebit) de 929 millones (+15%). El beneficio neto ha subido un 16%, pasando de 619 millones a 718 millones. Por su parte, los ingresos han ascendido a 3.727 millones, un 20% más que hace un año, gracias a 9.894 matriculaciones (+21%).

Y por cierto, en el frenazo en bolsa puede haber influido el debut bursátil de Porsche, marca de deportivos de lujo del grupo Volkswagen, el cual está controlado por las familias fundadoras (Porsche y Piëch). La marca Porsche tiene una capitalización de 46.350 millones, muy superior a la de su holding (8.697 millones) y eso que sólo salió a cotizar un 12,5%, y también por encima de la de Ferrari (38.360 millones).