La FTC va en serio y ha vuelto a la carga contra Facebook, a la que acusa de prácticas monopolísticas. Holly Vedova, directora interina de la Oficina de Competencia de la FTC, fue muy dura: “Facebook carecía de la perspicacia empresarial y el talento técnico para sobrevivir a la transición a los dispositivos móviles y, al no poder competir con los nuevos innovadores, los compró o enterró ilegalmente cuando su popularidad se convirtió en una amenaza existencial”.

Y, por si no había quedado claro, añadió: “Esta conducta no es menos anticompetitiva que si Facebook hubiera sobornado a competidores emergentes de aplicaciones para que no compitieran”, sentenció.

El caso es que la FTC presentó una reclamación antimonopolio en junio, pero un juez federal de Columbia la desestimó al considerar que las pruebas aportadas eran insuficientes. Ahora, apurando el plazo establecido por el tribunal, la FTC ha presentado una enmienda a aquella reclamación en la que aporta más pruebas.

La compañía de Mark Zuckerberg tampoco ha estado quieta durante estos meses y en junio recusó a Lina Khan, presidenta de la FTC nombrada por Joe Biden, a la que acusan de no ser imparcial. Facebook, de momento, ha fracasado en su estrategia: el caso lo llevará un juez federal, por lo que no procede la recusación de Khan.

Zuckerberg tiene motivos para estar preocupado. La reclamación presentada solicita revertir la compra de WhatsApp e Instagram. Por la primera pagó 21.800 millones de dólares en 2014. Dos años antes, en 2012, compró la segunda por 1.000 millones.

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