El íntimo amigo del expresidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno, y de su hermano, Miguel Ángel Gimeno, además de antiguo alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, continúa investigado en la trama Púnica, con visos de continuar hasta la fase oral. Foxá fue elegido por Francisco Granados para ocupar el citado puesto político.

El sumario Púnica y su relación con los Gimeno Álvarez no acaba ahí. Curiosidades de la vida, la mano derecha de Granados, Victoria Cristóbal Araujo, “Vicky” para su entorno íntimo, era, hasta que fue cesada y estalló el escándalo Púnica, concejala de Relaciones Institucionales en el Ayuntamiento de Majadahonda con el precitado alcalde Narciso de Foxá. No en vano, ambos son pareja sentimental en la actualidad. 

La controvertida carrera en el mundo de la política de Vicky, de la mano siempre de su mentor, Francisco Granados, la llevó a ser, también, investigada en la trama de espionaje que se hizo a Ignacio González. Declarando en sede judicial sobre la agencia Método 3 y los espionajes que llevaron a cabo, no sólo a Ignacio González, sino también a la novia de Pujol Jr, Alicia Sánchez Camacho, Victoria Cristóbal reconoció tener vínculos de parentesco con los dueños de Método 3. De hecho, en la investigación de la trama, era ella misma, Vicky, quien encargó en la habitación de un hotel madrileño que se espiara al político, y presidente de la Comunidad de Madrid en aquel momento, Ignacio González, rival y enemigo de Francisco Granados.

Vicky Cristóbal Araujo, colaboradora y pareja sentimental de Narciso de Foxá, trabaja ahora para los hermanos Gimeno Álvarez

Los vínculos de la íntima colaboradora de Narciso de Foxá con Granados, con quien continúa manteniendo una estrecha relación de amistad, llegaron a implicarla en la trama Púnica por haber adquirido una magnífica vivienda en el barrio de la Justicia de Madrid a una empresa de Ramiro Cid Sicluna, uno de los principales imputados… en la ‘Operación Púnica’.

También se investiga a Vicky por su papel como directora de la Agencia madrileña para la inmigración, puesto para el que fue designada por Granados y que nunca existió, aunque ella tenía un sueldo realmente importante con un edificio alquilado para tal fin y personal incluido... constituyendo todo ello un fantasmagórico escenario que nunca se ha podido probar, puesto que, oficialmente, la citada Agencia nunca llegó a existir.  

Semanas después de que saltara el escándalo de la ‘Operación Púnica’, al ver encarcelado a su gran amigo Granados, Victoria Cristóbal se veía obligada a abandonar la política y dejar su cargo en el Ayuntamiento de Majadahonda, pasando a trabajar… con los hermanos Gimeno.

Vicky trabaja ahora en el edificio de oficinas en el que se han instalado Dimas Gimeno y su hermano Miguel Ángel, en una céntrica calle de Madrid, muy cercana a aquel piso que comprara Cristóbal en el barrio de la Justicia, y que ahora forma parte del inacabable Sumario de la operación Púnica.

A la postre, el expresidente de El Corte Inglés ha terminado dando cobertura profesional tanto a Narciso de Foxá, como a Victoria Cristóbal.

En paralelo, José Faustino Soriano, abogado de María Antonia Álvarez, madre de los hermanos Gimeno y hermana de Isidoro Álvarez, continúa igualmente imputado en la misma trama, Púnica, por su relación mercantil con los hermanos Cid Sicluna y con Francisco Granados.

Parece que a los Gimeno Álvarez les rodean los investigados. No olvidemos su afición al espionaje: Dimas Gimeno contrató varios servicios de espionaje durante su guerra en y con El Corte Inglés, entre ellos la agencia israelí Kroll, vinculada directamente con el Mossad.

A la postre, Dimas Gimeno y su madre malvendieron su participación en El Corte Inglés por un 10% del precio al que compró el catarí Al Thani

Ahora corren nuevos tiempos para Dimas Gimeno. Después de tanta guerra ha terminado cediendo a una ridícula codicia, pues ha vendido todo el patrimonio accionarial que su tío y presidente de El Corte Inglés le dejó en herencia, por una cantidad muy inferior al precio de mercado. Es decir, ha vendido, por un 10% del precio al que compró el catarí Al Thani sus acciones de los grandes almacenes.

Para hacer la operación no sólo firmó la paz, o una simulada paz, pues de todos es sabido su poca afinidad con la presidenta Marta Álvarez, sino que se ha visto obligado a firmar multitud de contratos de no agresión, no volver a hablar de su ex compañía, no volver a ejercer ninguna acción judicial, retirar todas las demandas que tenía interpuestas… en fin, lo que vulgarmente conocemos como “bajada de pantalones”, o todo el mundo tiene un precio.

El precio de los Gimeno Álvarez ha resultado ser calderilla para la actual presidente de El Corte Inglés.