Este ‘economista observador’, (así denomina a su blog) nació en Palencia, en los Campos de Castilla. “Fui un niño normal, en una familia normal, que creció en un barrio normal de Madrid, que fue a un colegio normal y que aún mantiene sus amigos de la niñez y la adolescencia”.

José Carlos Díez lleva casi 30 años trabajando y analizando los mercados financieros y, también, la economía del mundo.

Con él charlamos de los asuntos que marcan la actualidad en este cierre de 2023. “Ahora la economía y la creación de empleo se están frenando… China está en su peor crisis desde 1980 tras el pinchazo de su burbuja inmobiliaria, el comercio mundial se desacelera y Alemania, que es un país muy exportador, se ha visto muy afectada y, eso, nos arrastra al resto de la Eurozona”.

-Perdone que empiece por esto, pero he leído que tiene más de 100.000 seguidores en Twitter, bueno, ahora X. Una pasada, ¿no?

Sí, escribo siempre cosas que creo interesantes para mí pero es un lujo tener una comunidad tan abundante siguiéndome y con alto nivel de influencia, sobre todo periodistas que luego incluyen mis ideas y opiniones en sus temas.

-Entre ellos, ¿sabe si se encuentra su ‘amigo’ José Luis Escrivá?

El ministro dejó de seguirme, no encaja bien las críticas.

España es el país con más tasa de paro de la OCDE desde hace décadas y es evidente que nuestra regulación y nuestras políticas de empleo no son las más adecuadas

-Por cierto que el ministro asegura que hay margen de mejora en las políticas de empleo aquí en España pero… ¿ha habido alguna vez políticas de empleo en nuestro país?

El ministro no gestiona los servicios de empleo, la ministra es Yolanda Díaz y la gestión está transferida a las comunidades autónomas. España es el país con más tasa de paro de la OCDE desde hace décadas y es evidente que nuestra regulación del mercado de trabajo y nuestras políticas de empleo no son las más adecuadas. Este Gobierno no tiene un plan para solucionarlo y la oposición del PP tampoco.

-Si le dicen a comienzos de 2023 que el año se iba a comportar como lo ha hecho, ¿lo firmaría o esperaba algo mejor? Lo digo en general…

Habría firmado sin dudarlo. 2022 fue un año muy complicado, con una crisis energética sin precedentes desde 1979, la economía española no llegó a entrar en recesión y en 2023 hemos creado medio millón de empleos. Ahora la economía y la creación de empleo se ha frenado pero 2023 ha sido un buen año económico.

José Carlos

 

-Leo un titular que dice: la Eurozona apunta a una recesión a final de año seguida de una estanflación. ¿Qué opina?

China está en su peor crisis desde 1980 tras el pinchazo de su burbuja inmobiliaria, el comercio mundial se ha frenado y Alemania, que es un país muy exportador, se ha visto muy afectado y nos arrastra al resto de la Eurozona. Yo veo más estancamiento, pero no descarto recesión. La estanflación podría venir de una crisis del petróleo en Oriente Medio, si no es así, la inflación seguirá cayendo en 2024. 

-¿El estancamiento europeo está llegando a España?

Sí, concentramos dos tercios de nuestras exportaciones en Europa y creces igual que los países a los que vendes tus productos.

-¿Qué es lo que está haciendo ahora más daño, la guerra de Ucrania enquistada y que ha quedado en un segundo plano, o los efectos que puede tener la guerra en la franja de Gaza?

El mayor problema es la debilidad del comercio mundial, sólo EEUU mantiene un crecimiento dinámico. La inflación está contenida, salvo en salarios y en sector servicios y en España en alimentos por la sequía.

La estanflación podría venir de una crisis del petróleo en Oriente Medio, si no es así, la inflación seguirá cayendo en 2024

-Dice Bank of América que si cierra el estrecho de Ormuz, el petróleo subirá hasta los 250 dólares. No me lo quiero ni imaginar. ¿Y usted?

250 dólares es exagerado pero si el contagio llega a Irán, cierran el estrecho y cae la oferta de petróleo podemos ver precios por encima de 120 dólares por barril. Con una economía mundial tan débil sería recesión global seguro. Excepto 2008 y 2020, las anteriores recesiones mundiales siempre fueron por crisis de petróleo.

-¿La decisión de mantener tipos ha sido forzada por las circunstancias, tanto por el BCE como por la Fed?

Han subido muy rápido los tipos y ya han hecho su trabajo. La inflación ha empezado a moderar, aunque muy lentamente, y en el caso europeo la economía está al borde de una recesión y no puede soportar más restricción monetaria.

-Todo esto ¿ha estado detrás del rebote bursátil?

Sí, los precios de las acciones descuentan los flujos previstos de beneficios futuros y los tipos de interés son determinantes para las bolsas.

-Y, si no hay más subidas, ¿cuándo van a bajar los tipos?

Cuando los salarios den señal de moderación y se negocien próximos al objetivo de inflación del 2% más el crecimiento de productividad.

El mayor problema es la debilidad del comercio mundial, sólo EEUU mantiene un crecimiento dinámico

-Dice Christine Lagarde: “Reduciremos la inflación al 2% en 2025”. ¿Objetivo ambicioso o posible?

Objetivo creíble. Como decía un profesor mío que estudio la deflación japonesa “la inflación para los que la merecen”. EEUU es una economía dinámica y merece inflación, en Europa no crece la población, como en Japón, y hemos dejado de ser una economía competitiva en desarrollo tecnológico en sectores claves como el automóvil. China lidera la revolución de la movilidad eléctrica.  

-¿El problema está en los salarios?

De la inflación de ahora, sí. Del estancamiento, los salarios son el efecto, la causa es la incapacidad de las empresas europeas para desarrollar proyectos de inversión rentables e innovadores en un mundo cada vez más competitivo. 

-Y, ¿qué hacemos con China?

China es una economía muy proteccionista y ha disfrutado demasiados años del acceso a los mercados europeos en condiciones que nuestras empresas no tienen en su mercado. En Europa ponemos derechos de emisión de CO2 carísimos para acabar con la competitividad de nuestra industria y comprar exportaciones chinas que producen electricidad con carbón. La regulación busca reducir las emisiones contaminantes pero lo que estamos haciendo es aumentarlas y acelerar el cambio climático.

En el caso europeo, la economía está al borde de una recesión y no puede soportar más restricción monetaria

-Volvemos a casa. ¿Qué le parece que el Gobierno perdone parte de la deuda del FLA a las comunidades autónomas? Un 20% a Cataluña, único porcentaje que conocemos.

La deuda ya la asumió el Tesoro Público y la condonación no afecta a la solvencia. El problema es que transfieres a la Administración Central el pago de intereses que ahora son del 4%, a lo que hay que sumar los 20 puntos de PIB desde que comenzó la pandemia de aumento de la deuda pública y es de donde sale el dinero para cubrir el déficit del sistema público de pensiones. Este acuerdo lo acabarán pagando los 10 millones de pensionistas. 

-Y, ¿la jornada laboral de cuatro días?

El debate sobre la jornada laboral es surreal. Desde 1975 los españoles hemos reducido nuestra jornada laboral de 2.100 horas anuales a unas 1.700 y siempre se ha negociado en los convenios colectivos, dando flexibilidad a cada empresa para adaptarse.

Reducir la jornada por ley semanalmente, sin ninguna flexibilidad para las empresas, es un disparate que va en contra de la teoría económica y la evidencia empírica francesa reciente. Primero se aumenta la productividad y luego se reducen las horas trabajadas. Hacerlo al revés no funciona.

-El año que viene vendrá el tío Paco con las rebajas.... nuevas reglas fiscales… en fín…

Parece que el acuerdo de las nuevas reglas fiscales en Bruselas es que no cambie nada, o sea, hay que reducir el déficit estructural y la deuda en 2024.

Como decía un profesor mío que estudio la deflación japonesa “la inflación para los que la merecen”

El déficit está próximo al 3% que exige Bruselas y no es necesario hacer duros ajustes como en 2010 y 2012, basta eliminar las deducciones de IVA del pasado año y contener el gasto, sobre todo en pensiones y en sanidad. El problema de España es la elevada deuda, muy superior a la de 2012. Vivimos a crédito y necesitamos emitir cada año 270.000 millones de deuda pública. De momento emitimos sin problemas y la prima de riesgo está estable en 100 puntos básicos, pero si eso se complica lo pasaremos muy mal.