Álvaro López Barceló sustituyó a Paula Conthe al frente del Frob, tras el nombramiento de Conthe como secretaria general del Tesoro y Financiación Internacional, en sustitución del ministro de Economía, Carlos Cuerpo
Cuando compareció como candidato para presidir el FROB -mes de febrero-, Álvaro López Barceló aseguró que el Estado saldría de Caixabank antes de 2026. Pero este martes ha dejado caer lo que muchos sospechábamos: que el Estado, o sea el Gobierno, permanecerá en el accionariado de Caixabank y no venderá el 17,3% que aún está en manos del FROB, y que le permite tener un asiento en el Consejo de Administración de la entidad, ocupado actualmente por Teresa Santero Quintillá.
La coartada para este cambio de opinión es la revalorización de los títulos, que han subido más de un 250% desde la fusión Caixabank-Bankia, en 2021, y cerca de un 40% en lo que va de año. Actualmente, el 17,3% del Frob tiene un valor en bolsa de unos 6.740 millones de euros, frente a los 1.965 millones que valía justo antes del anuncio de fusión con Caixabank.
“Este es uno de los motivos fundamentales por los cuales el FROB ha preferido, por el momento, no acometer ventas”, afirmó este martes López Barceló, durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso. Y es que el subidón de los títulos no ha terminado, toda vez que el consenso de analistas les otorga un potencial del 25%. La recomendación es mantener posiciones o incluso aumentarla, pero en ningún caso vender. Y si lo dicen los analistas...
En otras palabras, salir ahora del accionariado de Caixabank es tontería y por eso, López Barceló recordó que la ley permite volver a ampliar ese plazo -lo decide el Consejo de Ministros- que, visto lo visto, se podría eliminar y no pasaría nada. La primera vez que se amplió el plazo de la desinversión fue en diciembre de 2016 y permitió extenderlo desde diciembre de 2017 a finales de 2019. En 2018 sucedió lo mismo y se amplió de 2019 a 2021, para luego volver a ampliarlo hasta diciembre de 2023, que tampoco llegó a cumplirse porque se amplió hasta diciembre de 2025.
Sea como fuere, estamos a años luz de recuperar los 23.424 millones de dinero público que costó el rescate de Bankia. Eso está claro, casi tanto como el hecho de que Moncloa no tiene ninguna intención de salir de Caixabank, independientemente de su cotización. Pedro Sánchez continúa empeñado en colonizar el Ibex y Caixabank es una pieza muy valiosa.