AENA se estrella este miércoles en bolsa, donde es el valor con el color más rojo dentro del Ibex 35, pues su cotización cae un 3,68%, a pesar de haber elevado ingresos y beneficio en los nueve primeros meses. Parece que a los inversores no les gusta que la gestión dependa tanto, en concreto, en un 51% del Estado.

En la conferencia con analistas, el presidente y CEO del gestor aeroportuario, el socialista catalán Maurici Lucena, ha señalado que hará “lo que sea necesario” para preservar el modelo de gestión centralizada. Palabras que no son baladí y menos ante la presión de la Generalitat de Cataluña para que cede competencias sobre el aeropuerto de El Prat y apenas unas horas después de que el Parlamento de Canarias rechace la subida de tasas para el próximo año (algo que no gusta a muchas aerolíneas, sobre todo, a Ryanair) y exija la gestión de los aeropuertos de las islas. Lucena ha subrayado que ni el marco legal ni la estructura accionarial de AENA permiten ceder competencias, algo que hace unos meses también le pedía el fondo TCI que controla Chris Hohn, el cual posee el 6,257% de AENA. 

Otro aspecto algo delicado es el dividendo, al que en los últimos años se dedica el 80% del beneficio... y del que más se aprovecha el principal accionista (el Estado), lógico. El presidente y CEO del gestor aeroportuario ha defendido que el dividendo seguirá siendo elevado, incluso ante el fuerte plan inversor que tiene por delante. “Es compatible invertir 12.888 millones, un dividendo muy generoso y realizar compras”, ha subrayado.

Vayamos a los resultados de los nueve primeros meses. Los ingresos han aumentado un 8,8%, 4.785,2 millones. Por negocios, los aeronáuticos han aportado 2.556,2 millones (+5,5%), gracias al aumento del tráfico de pasajeros (294,1 millones de viajeros, un 4,1% más, y de los 247,1 millones corresponden a los aeropuertos que tiene en España); los comerciales, 1.466,1 millones (+10,8%), por la mejora de la actividad y la licitación de nuevos espacios; y servicios inmobiliarios, 98,2 millones (+13,7%).

Por su parte, el resultado bruto de explotación (ebitda) ha subido un 8,2%, a 2.882,7 millones, pero el margen ebitda ha pasado del 60,6% al 60,2%. Los gastos de explotación han ascendido a 2.533,8 millones (+7%). Y el beneficio neto ha crecido un 8,9%, a 1.579,4 millones. Además, a pesar de invertir 716,6 millones, al generar un elevado efectivo neto de las actividades de explotación, la deuda financiera neta ha descendido a 5.127 millones y el ratio de deuda sobre ebitda ha pasado de 1,57 veces a 1,37 veces.

Una buena posición financiera de AENA ante el ambicioso plan inversor que quiere acometer entre 2027 y 2031, que asciende a 12.888 millones.