Sorprendente: una Junta de Telefónica de solo dos horas de duración, algo impensable, incluso, en 2018, cuando las 20 intervenciones de los accionistas alargaron la reunión hasta las cuatro horas. Este viernes sólo han hablado 11 accionistas y, de ellos, más de tres se han limitado a preguntar. No querían protestar. En definitiva, José María Álvarez-Pallete ha tranquilizado las juntas de Telefónica. Y quien considere que esta es una cuestión baladí es que no conoce la compañía.

Además, lo mejor de todo: el presidente de la operadora ha conseguido, en tres años de gestión, cumplir  los compromisos contraídos, llevado por su regla de oro, más eficaz que visible: todo negocio que no tenga retorno de la inversión se abandona. En cuanto a resultados, el éxito se la gestion de Pallte se ve en su capacidad de generación de recursos.

Funciona el abitda, no así la cotización... pero este punto débil es patrimonio de todo el sector teleco, durante el último trienio

De la cara a la cruz. El asunto que más preocupa: la cotización de la acción. Lógico: en 2015 rondaba los 13 euros y este viernes se mueve en los 7,4 euros. Y eso que lleva un 2019 “mejor que el sector”, con una revalorización del 22%, según el presidente. “Telefónica es muy buena pero ustedes son muy malos”, le ha espetado un accionista. Pallete se ha defendido -lo viene haciendo casi desde que llegó a la Presidencia, en 2016-, y ha explicado los motivos del castigo bursátil, que no se limita a Telefónica, sino que se extiende a todo el sector. Precisamente, la razón principal por la que los inversores huyen es por la incertidumbre que rodea al sector: regulación, inversiones elevadas… Sí, el dinero es muy cobarde. y sí, la cotización de Telefónica no funciona pero, aunque sea el triste consuelo del mal de muchos, no funciona en todo el sector teleco europeo desde hace tres años.

Que Telefónica no sirva de cementerio de elefantes, le ha pedido un accionista, que luego ha recordado nombres como el de Rato, Zaplana o Javier de Paz

Porque los fundamentales de la compañía son positivos. Aumentan los ingresos y el beneficio al tiempo que se reduce la deuda. 14.000 millones de euros menos desde 2016, la mayor parte mediante la vía orgánica. Pallete ha sacado pecho: “Hemos reducido la deuda en el mismo importe que hubiera supuesto la venta de nuestra filial británica O2, y seguimos teniendo esta división”, ha señalado.

“Que Telefónica no sirva de cementerio de elefantes”, le ha pedido un accionista, que luego ha recordado nombres como el de Rato, Zaplana o Javier de Paz. “Telefónica no es un sujeto político”, ha respondido el presidente, que ha recordado algunos datos que reflejan la relevancia del grupo: aporta el 1,4% del PIB de nuestro país, genera 150.000 empleos directos e indirectos y contribuye con unos 3.000 millones de euros al presupuesto del Estado.

¿Cómo ve Pallete el panorama post-electoral? El presidente pide estabilidad institucional y política. Poca cosa. Al tiempo, ha aprovechado para recordar los logros de nuestro país en los últimos cuarenta años. “España ha hecho los deberes y está preparada”, ha afirmado. Para Pallete, España es un oasis de estabilidad dentro de Europa.

Ángel Vilá: Estamos razonablemente cómodos con la plantilla actual

Novedad: los clientes que, además, sean accionistas tendrán, a partir de julio, ciertas ventajas sobre el resto: trato personalizado, descuentos adicionales, asesoramiento profesional… ¿Servirá para que los clientes compren acciones o para que los accionistas se hagan clientes? El tiempo lo dirá.

El consejero delegado, Ángel Vilá, ha sido el encargado de responder algunas cuestiones. “Estamos razonablemente cómodos con la plantilla actual”, ha señalado. Tranquilidad, pues, aunque no plena. El “razonablemente” es matador.

Las juntas de Telefónica ya no son lo que eran. Afortunadamente.