Entre el 1 de enero y el 15 de noviembre, han llegado a las costas de Canarias 16.760 migrantes en patera o cayuco, un 1.019,6% más con respecto al mismo periodo de 2019, superando incluso el número de personas que han llegado de forma irregular hasta la fecha al resto de España, que se sitúa en 15.667, según un informe de inmigración del Ministerio de Interior.

Desde la crisis de los cayucos de 2006 no se habían registrado cifras tan altas como las de este año, que  han desbordado por completo el sistema de acogida, hasta el punto de que en el campamento de primera acogida del puerto de Arguineguín han llegado a pernoctar 2.500 personas, cinco veces su capacidad.

Así las cosas, las declaraciones públicas del vicepresidente segundo del Gobierno, el podemita Pablo Iglesias, en favor de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara no han ayudado mucho en esta crisis migratoria, pues a los marroquíes -que son quienes controlan en última instancia el flujo de pateras hacia España- no les han gustado un pelo.

En ese contexto, el secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, aseguró ayer que el Gobierno "está trabajando en la repatriación" de los inmigrantes que están llegando a Canarias.

Ábalos añadió: "Yo dije en Tenerife el sábado que los centros para instalar a estas personas, inmigrantes irregulares, iban a ser provisionales, porque en lo que se está trabajando es en la repatriación, porque facilitar el acceso a la Península sería tanto como normalizar esos flujos y entendemos que no es la vía, ni va a resolver la presión que ahora está sufriendo Canarias".

O sea, lo que se entiende por evitar un 'efecto llamada', ¿verdad señor Ábalos?

Facilitar el acceso a la Península sería tanto como normalizar esos flujos y entendemos que no es la vía, ni va a resolver la presión que ahora está sufriendo Canarias", dijo Ábalos. O sea, lo que se entiende por evitar un 'efecto llamada', ¿verdad señor Ábalos?

La idea, según ha dicho Ábalos, es poder tener "una migración regular y controlada" y, por tanto, "la que no es regular debe ser repatriada". Y que "para que haya repatriación tiene que haber acuerdo de las autoridades que tienen que aceptar esta repatriación". Por ello, según ha añadido, "se ha desplegado toda la actividad diplomática" por parte del Ministerio del Interior y del Ministerio de Asuntos Exteriores, "para que se acepten las repatriaciones que correspondan".

Acabáramos. Resulta que en el programa de Vox, '100 medidas urgentes para España', en el punto 14 se dice, literalmente: "Deportación de los inmigrantes ilegales a sus países de origen".

Y en el punto 17, Vox dice: "Acabar con el efecto llamada: cualquier inmigrante que haya entrado ilegalmente en España estará incapacitado, de por vida, a legalizar su situación y por lo tanto a recibir cualquier tipo de ayuda de la administración".

Y en el punto 21 Vox dice: "Ayudar a los países en desarrollo, víctimas también de las mafias de tráfico de personas, que debilitan sus naciones extrayendo sus recursos humanos y económicos para ofrecerlos luego como esclavos en Europa. Condicionar la ayuda al desarrollo a que los países acepten la repatriación de inmigrantes ilegales y delincuentes".

O sea, que, después de acusar a Vox de racistas y xenófobos, ahora resulta que el Gobierno de Pedro Sánchez ha copiado puntos del programa de Vox en política migratoria para aplicarlos.

¿Será que Sánchez y Ábalos se nos han vuelo xenófobos?