Pues será que no acierto ni una, el pasado marzo, por muy retórica que fuese mi afirmación de que para que Indra mejorase sus resultados necesitaría encadenar la adjudicación del escrutinio de dos o tres elecciones seguidas y se convocaron cuatro en dos meses. Pero el mal fario de la compañía dirigida por Fernando Abril-Martorell  sólo les ha llevado a la adjudicación de una sola y por sólo unos 7,4 millones de euros (M€). Las otras se fueron a Cataluña, con un desastre organizativo que han convertido en ‘excelente’ a Indra.

Pero esta vez es que ni por estas ha sido capaz de mejorar los resultados del pasado ejercicio, ya que los 33,9M€ de resultado neto conseguidos en el primer semestre han sido un 8% inferiores a los de junio de 2018: los motivos varios y no todos negativos.

De momento, los ingresos ordinarios han crecido un 6% hasta los 1.546M€, de los que el 51% se consiguieron en el mercado nacional, el 20% en el americano, en el europeo el 17% y el resto en Asia y África. Igualmente, las ventas crecen en todas las áreas geográficas respecto a 2018, especialmente en América, un 12%, y en Europa, un 5%.

Por divisiones productivas, Minsait representa el 75% de las ventas en España, el 80% en América, el 35% en Europa y el 20% en el resto. Energía e Industria concentra en España el 50% de su negocio y un 25% en América. Por su parte, Telecom Media centra sus ventas entre España y América, que se reparten el 50% y el 40%. También España y América se reparten prácticamente el 100% de las otras dos divisiones de Servicios Financieros y Telecom Media.

Y sin ITP, el futuro del presidente de la compañía sigue en el aire

La contratación en España durante el primer semestre se mantiene prácticamente plana, mientras que crece en porcentajes del 7% en América, 40% en Europa y del 6% en el resto. La cartera de contratos ha crecido un 9%, situándose en cifras no alcanzadas de 4.420M€. Tanto Minsait como Transportes y Defensa han sido los motores principales de esta cifra.

Los costes de aprovisionamiento se reducen en un 2% hasta los 550,6M€, cosa contraria a los gastos de personal, que sufren un incremento de 72,9M€ (+9%) debido al incremento de la plantilla en más de 6.000 empleados, con lo que el resultado bruto de explotación cierra el semestre en 78,8M€, un 8% más que en el ejercicio anterior.

El resultado financiero, 22,5M€, es un 33% superior al del 2018, principalmente debido a ajustes por aplicación de la NIIF 16 y las diferencias de cambios, que dejan la cifra en 56,8M€, 2M€ más que en el pasado ejercicio. Francamente mucho crecimiento para tan poco resultado.

La deuda financiera bruta asciende a 1.457M€, mientras que en junio de 2018 era 56M€ inferior y el flujo de caja libre de -237M€ se queda con solo 44M€ debido a inversiones. El resto proviene de actividades operativas.

Afortunadamente para Abril-Martorell, Sánchez no ha conseguido formar Gobierno

Después de este repaso por la cuenta de resultados, cabe destacar el aceptable resultado operativo conseguido, quizás desmejorado por el exceso de aprovisionamientos alcanzados, pero compensados por el suave incremento de los ingresos ordinarios.

Unos gastos de personal elevados, que según la compañía se deben a proyectos en los que se requieren altos niveles de plantilla, pero no aclara si es de modo temporal y un resultado neto inferior debido a una mayor atribución a socios externos.

La deuda, como siempre, elevada y un párrafo para la preocupación: “la contratación en España del semestre prácticamente plana”.

Ánimo, señor Martorell, el presidente Sánchez y sus medio-socios, los podemitas, le van a proporcionar contratos históricos con elecciones cada seis meses.

como ya hemos informado, sin ITP, el futuro del presidente continúa en el aire. Afortunadamente para él, Sánchez no ha conseguido formar Gobierno y seguirá necesitando del PNV.