Poco a poco van asomando por el regulador las cifras de las entidades financieras referidas al primer trimestre del ejercicio. Parece que la tormenta que está suponiendo para nuestra economía el COVID-19 está retrayendo a las compañías, que prefieren no ser las primeras en mostrar sus resultados, cuando realmente lo peor aún está por caer ya que los nubarrones que en este mes de abril tenemos encima son para asustar a cualquiera. ¿O es que nadie se atreve a empezar a cuantificar públicamente lo que esto va a suponer en sus cuentas?

Si primero fue Banca March la que dio el paso, este jueves tenemos a Bankinter que a primera hora nos ha puesto encima de la mesa sus cifras, y lo primero que me llama la atención es el crecimiento de las provisiones, que son las que realmente han provocado que el resultado haya sido inferior al del pasado ejercicio, y que nos pueden ir mostrando por dónde van a ir los balances de las entidades financieras. 

Una puntualización previa: estas cuentas presentadas se han ajustado a efectos comparativos debido a la clasificación de Línea Directa (LD) como mantenida para la venta debido a la decisión de la entidad de su salida a bolsa fuera del grupo.

El resultado del primer trimestre ha sido de 130,2 millones de euros (M€), lo que significa un 10,14% menos que en el pasado ejercicio. Cierto es que el margen de intereses continua en progresión con un crecimiento del 14,10% y que se fundamenta en una reducción de los costes por intereses y cargas de un 30,51% respecto a 2019 y, sobre todo, en los 21,6M€ percibidos por intereses y rendimientos asimilados.

El margen bruto crece un 8,18% a pesar de los 24,1M€ menos en los ROF(resultado de operaciones financieras), compensados por el crecimiento de 10,9M€ en rendimientos de instrumentos de capital y el aumento del 7,55% en las comisiones netas. El margen bruto de 436,3M€ supone un 8,18% más respecto al 2019.

Los costes operativos han crecido un 5,6% y el margen de explotación de 247,3M€ es un 10,3% superior al obtenido en el primer trimestre de 2019.

Llegados a este punto, la cuenta de resultados de la entidad comienza a reflejar la triste y más que posible realidad que nos acompañará en los próximos meses como consecuencia de la alarma sanitaria y sistemática en la que estamos inmersos. Bankinter ha empezado a registrar ya provisiones por 55,1M€ (+94,5%). Podemos tener más que claro que solo son una pequeña parte de lo que nos queda por delante.

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La morosidad en una entidad rigurosa en sus cifras se sitúa en 1.750M€ un 1,5% menos que en el año anterior, pero crece un 0,07% su ratio de morosidad (2,58%) después de mucho tiempo en descenso constante. Esperemos no sea un mal presagio, a pesar de que la realidad nos induzca a lo contrario. La cobertura es del 49%.

En cuanto a los ratios de solvencia, el CET1 Fully Loaded, (11,47%) desciende un 0,14% respecto a diciembre pasado, pero no es preocupante, puesto que con la salida a bolsa de LD se ajustará, el ratio LTD (loan to deposit o relación préstamo-depósito) se ha elevado hasta el 99, 5%, cuando en marzo de 2019 se situaba en 95,2%

Debemos pensar que hemos estado viendo una de las entidades financieras españolas más sólidas y mejor gestionadas, pero a mi modo de ver ya presenta unas décimas de fiebre y habrá que esperar a la cuarentena por si también se ha contagiado. Evidentemente, posee un buen pulmón y defensas, se encuentra con reservas y ha empezado una terapia preventiva, pero este virus aprieta fuerte y causa fuertes daños. Evidentemente, estamos hablando de economía, pero por eso mismo, después de cuarenta días de inactividad, y los que nos quedan, los próximos trimestres no pintan bien.