Decíamos ayer que el PP lleva endureciendo su programa desde que Vox se dio a conocer. Sin embargo, el partido de Santiago Abascal es pionero en varias de sus propuestas. Y es que, además de proponer el cheque escolar, abre la puerta al cheque sanitario. Sin importar las condiciones, el Estado firmaría un bono al ciudadano que gozaría de libertad para elegir el tipo de institución al que llevar a sus hijos -colegios públicos o privados-, así como a qué hospital acudir en caso de necesidad. Esto, afirman, aumentaría la competitividad de estos sectores y potenciaría la libertad de elección de los españoles.

El programa económico (ver documento adjunto) de Vox ha sido elaborado por un equipo coordinado por Iván Espinosa de los Monteros y por el economista e inspector del Banco de España, Rubén Manso. 

Respecto al Impuesto de Sociedades, prometen establecer un tipo nominal del 22%

Afirmaba Pablo Casado estar dispuesto a bajar el tipo máximo del IRPF hasta el 40%; una bajada sustancial que se queda corta si se compara con la de Vox. Si Abascal gobernara, reduciría los tramos a dos -a principios de 2018 había 5, 7 si se añaden las del PSOE-: uno fijo del 22% hasta los 60.000 anuales y otro del 30% para rentas superiores. Ahora bien, Nadia Calviño criticaba la mañana del jueves que tanta bajada de impuestos no es factible. Lo es, si se compensa. Y es que Vox apuesta por el sistema danés: bajar las cuotas sociales y apoyarse más en las figuras con un Coste Marginal de los Fondos Públicos -como, por ejemplo, el IVA- más bajo para ahorrar en costes.

Asimismo, respecto al Impuesto de Sociedades, prometen establecer un tipo nominal del 22% -que se aplicará con carácter general-, igual para todas las empresas independientemente de su tamaño, del sector productivo en el que operen y de la actividad que desarrollen.

Para afrontar la crisis de las pensiones, plantean la aplicación de un sistema mixto basado en la capitalización y en el reparto clásico a partes iguales

Por su parte, las pensiones constituyen el tema tabú del que ningún partido quiere hablar, y mucho menos en campaña electoral. Sin embargo, no conviene ignorar el problema: el sistema público es -está- frágil y el invierno demográfico no ayuda. Vox quiere mejorar el mercado laboral, además de implantar un paquete de medidas de cara a este problema. Entre ellas: retrasar la edad de jubilación, revalorizar las pensiones y aplicar un sistema mixto basado en la capitalización y en el reparto clásico a partes iguales; es decir, una mitad la paga el individuo, deducido de su sueldo, mientras que la segunda mantiene el sistema actual. Cabe destacar que, mientras el Estado garantiza el pago de la pensión, los administradores de este tipo de fondos no aseguran nada.

En cualquier caso, esa pensión mixta sólo puede aplicarse gradualmente. Vox propone que el sistema mixto sea obligatorio solo a partir de los 25 años. A día de hoy, con un sistema potencialmente quebrado, lo necesario es retrasar la edad de jubilación.