Ya van 19 días en los que el barco de Open Arms es uno de los protagonistas de las noticias diarias, ganando la partida al de las ONGs Médicos sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée, el Ocean Viking. Pero, ¿qué se han creído los señores de estas organizaciones? Ninguno promete no volver a repetir la ‘hazaña’ (acudir a la llamada de las mafias para hacerse cargo de los migrantes en el Mediterráneo), jugando con la gente desesperada, la próxima semana. Efectivamente, no se puede dejar morir a los migrantes que intentan cruzar el Mediterráneo en pateras, pero tampoco se puede entrar en el juego de las mafias, que les cobran un dineral para soltarlos en un punto determinado del mar, al que acuden el Open Arms y el Ocean Viking tras recibir la correspondiente llamada de las mafias. La solución no es recoger del agua a los migrantes, sino perseguir, en el país de origen, a las mafias que trafican con ellos. Si están tan desesperados como para jugarse la vida, habrá que trabajar para que recuperen la esperanza y no se vean forzados a huir de su país.

En el Open Arms viajan 107 migrantes rescatados, tras el desembarco de 27 ‘menores extranjeros no acompañados’, aunque no todos tenían menos de 18 años, en Lampedusa, por orden del presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, en contra de la postura del ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini. Mientras, el Ocean Viking tiene a bordo a 356 migrantes, de los que 103 son menores (92 no acompañados). El primero pide desembarcar en Italia, y el segundo, allí o en Malta, pero ninguno logra la autorización para hacerlo.

El Gobierno en funciones ofrece el puerto de Algeciras, después rectifica y brinda los de Mahón y Palma de Mallorca

El Gobierno español en funciones ha tardado en responder, pues como bien saben, ha cambiado su política migratoria: de recibir al Aquarius con los brazos abiertos a los pocos días de llegar a La Moncloa a minusvalorar el trabajo de las ONGs ‘rescatadoras’ al lado de la labor de Salvamento Marítimo. Y lo ha hecho, ofreciendo el puerto de Algeciras, eso sí, sin avisar previamente al ayuntamiento de dicha localidad ni a la Junta de Andalucía. Pero la propuesta no ha gustado al Open Arms, que afirma que no tiene capacidad para llegar al mismo y que la situación dentro del barco es insostenible para afrontar días de travesía, insistiendo en desembarcar en Italia. Ante esta negativa, el Gobierno ha ofrecido otros puertos, algo más cercanos -los de Mahón y Palma de Mallorca-, pero el resultado ha sido igual de ineficaz. Es más, el director de la ONG ha pedido que el Gobierno flete barcos para trasladarles. 

Desde Algeciras, su alcalde, el popular Juan Ignacio Landaluce, ha recordado que allí reciben “un Open Arms cada día”, en una entrevista con El Mundo, “pero eso parece que no se tiene en cuenta”. Asimismo, ha pedido a Pedro Sánchez que interrumpa sus vacaciones (algo que sí ha hecho para hablar por teléfono con el actor Richard Gere, puro postureo), pues está a 20 minutos en helicóptero de Algeciras, “para poder hablar de inmigración y del resto de problemas de la zona (infraestructuras y Brexit, por ejemplo). 

El alcalde de Algeciras recuerda que allí reciben "un Open Arms cada día" y pide una reunión a Sánchez para hablar de migración y de otros problemas de la zona 

Claro que Open Arms, MSF y SOS Mediterranée han hecho del salvamento en el Mediterráneo su medio de vida, dando cobertura a las mafias que trafican con seres humanos y con cámaras de televisión a bordo. Pero esto no es ninguna hazaña, pues se juega con gente desesperada. Salvamento Marítimo rescata miles de personas en el mar y no copa tanto protagonismo en los medios de comunicación. Además, la solidaridad debe ir más allá, buscando la integración de los inmigrantes y, sobre todo, ayudando en los países de origen para perseguir a las mafias y que el fenómeno migratorio se reduzca.