Nissan ha confirmado su fatídico primer trimestre fiscal (abril-junio) y ha elevado el recorte a 12.500 empleos de los 250.000 que tiene en total (unos 138.000 dedicados a producción) para 2022. Eso sí, aún no se sabe si afectará a España: el comité de empresa y la dirección de la planta de la Zona Franca de Barcelona se reúnen esta tarde, y ojalá no se hable de la ‘gestión Torra’.

El fabricante de vehículos japonés ha sufrido un desplome del 94,5% del beneficio neto, hasta los 53,1 millones de euros, y del 98,5% en el beneficio operativo, que se ha situado en 13,1 millones. Mientras, la facturación ha sido de 19.702 millones (-12,7%), por la caída de las matriculaciones en un 6%, hasta los 1,23 millones de unidades, que también ha repercutido en la producción (-6,8%).

De esta forma, el margen operativo sobre las ventas de la única automovilística japonesa que produce en España ha pasado del 4% de hace un año al 0,1%. Por lo que además del recorte de plantilla, se reducirá la capacidad productiva un 10% y se harán cambios en algunos modelos. Además de los descensos en números por la situación del sector, no hay que olvidar el 'escándalo Ghosn'