Parece que estaba muerto, pero es que estaba dormido. Más o menos esta era la canción, y el símil viene por el resultado presentado este viernes por el BBVA, que en los dos últimos trimestres ha remontado las pérdidas que a finales del segundo trimestre ascendían a 1.157 millones de euros (M€) y se ha presentado esta mañana ante el regulador con un resultado de tan solo -15M€, cuando prácticamente el resto del sector está en unas pérdidas históricas con motivo de las provisiones extraordinarias por el Covid. Pero como también veremos, esto es relativo.

De momento, lo que sí que es verdad es que el resultado atribuido, que Onur Genç ya venía adelantando desde el mes pasado que iba a ser mejor, se ha confirmado y gracias a un relativo buen resultado en el margen de intereses: 12.763M€, un 4,9% inferior al de 2019. Ya estamos viendo en el resto de las entidades malos comportamientos del margen de intereses, ya que parece que los bajos tipos actuales hacen imposible rentabilizar la inversión crediticia. Pero sobre todo, la base ha estado en los 586M€ obtenidos en el ROF (+65,5% respecto a 2019), en particular, por ganancias en coberturas de tipos de cambio y en la gestión de los costes de explotación, que han disminuido un 8,4%. Destacan aquí los 473M€ menos en costes de personal (-10,1%) y el ahorro en gastos discrecionales con motivo del confinamiento en la pandemia, que rebajan en un 7% los gastos de administración registrados en 2019. Por todo ello, el margen neto presenta así un incremento del 4,1% (382M€ más que en 2019).

La constante en las entidades de crédito durante estos tres trimestres ha sido la dotación de provisiones extraordinarias por deterioros de activos financieros que, en el caso del BBVA, han alcanzado los 5.074M€. En 2019, el banco que preside Carlos Torres ya había provisionado 2.904M€. También se han incrementado las dotaciones por riesgos crediticios en 227M€ más que en 2019 (+60,9%) y dentro de otros resultados durante estos tres trimestres, ha contabilizado un deterioro del fondo de comercio del negocio en EEUU por 2.084M€.

Nos ha de quedar meridianamente claro que los bancos no van a sacar adelante sus cuentas de resultados con los márgenes de intereses, y cuando menos, en esta situación de crisis con los ingresos por dividendos, va a tener que ser a través del control de los costes. Se avecinan reducciones de plantillas por las fusiones en curso, por una revolución digital total, pero no solo en las oficinas, si no mediante una reeducación financiera de los clientes que, en su mayoría, sólo ven oficinas en sus entidades de crédito.

Pero volviendo a las cifras de actividad, al contrario que otras entidades, BBVA ha registrado una reducción en su cartera de créditos a la clientela de un 4% respecto a 2019, mientras que en el primer semestre registraron un crecimiento del 8% por las facilidades concedidas por los avales ICO.

Los riesgos dudosos ascienden a 16.241M€, 851M€ menos que en el tercer trimestre de 2019, con unos fondos de cobertura de 13.859M€, y una ratio de morosidad del 3,8% un 0,1% inferior a la del 2019.

Por el contrario, los depósitos de clientes han crecido un 4,2% respecto a 2019, gracias a la reserva que una buena parte de los beneficiarios de préstamos están haciendo de parte de las cantidades concedidas en previsión de contingencias por la crisis.

Por lo que se refiere a la solvencia, la ratio CET1 Fully Loaded se encuentra en un 11,52% mientras que en diciembre pasado se encontraba en 11,74%, lo que se me antoja, por lo menos, ‘dopado’. Con una regulación transitoria menos exigente se esta sobredimensionando esta ratio para dar una mejor imagen que contrarreste los flojos o malos resultados, según se mire, que se están registrando en general.

Por último, atención al mercado, ya que ha perdido 17.410M€ de capitalización bursátil entre el pasado 31 de diciembre y el mes de septiembre, un 110%. El mercado, a las 15h de este viernes, sin embargo, le está dando un 4% de subida, posiblemente por el resultado menos malo presentado.