Un día después de comparecer ante la Comisión de Transición Ecológica del Senado, donde no tuvo reparos en subrayar que “no es momento de tocar la reforma laboral”, a José Vicente de los Mozos le ha tocado hacerlo en la Comisión de Industria, Comercio y Turismo del Congreso. Allí, ha recalcado esa idea y otras claves para el futuro del sector del automóvil, que ahora también afronta “una crisis de confianza”, pues “el ciudadano no sabe qué coche comprar”, y ha pedido que se mantenga “la neutralidad tecnológica” en el proceso de descarbonización.

Este ingeniero aeronáutico de 58 años es el gestor español más influyente y conoce bien de lo que habla, pues su trayectoria profesional en el sector empezó cuando tenía 16 años. Actualmente es el presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y de Ifema, así como el director mundial de Fabricaciones de Renault y su máximo responsable en España y Portugal. “El sector del automóvil tiene que ser un sector país y yo cuando les veo a ustedes (a los diputados), veo mucha divergencia”, ha señalado, pidiéndoles “trabajar para que el sector siga siendo una joya de la corona, aunque se modernice”, porque “si somos competitivos, tendremos futuro”.

Ante la escasez mundial de semiconductores, De los Mozos prevé que hasta verano la situación se complicada, pero después mejorará. Muchos fabricantes han tenido que hacer ERTE para afrontarla 

De los Mozos ha referido la escasez mundial de semiconductores actual, piezas esenciales en la fabricación de coches y en su funcionamiento. La automoción supone un 10% de los pedidos mundiales de microchips, pero el año pasado sus proveedores no compraron en grandes cantidades, algo que sí hicieron los fabricantes de telefonía, ordenadores y dispositivos tecnológicos, productos cuyas ventas se han disparado durante la pandemia. Este ingeniero y gestor prevé que hasta verano la situación sea complicada (muchos fabricantes han tenido que hacer ERTE para poder afrontarla también en sus plantas españolas -Stellantis, Renault, Seat, Volkswagen o Ford, por ejemplo-), pero después mejorará.

Eso sí, las ventas seguirán a la baja: 925.000 coches por el Covid-19 y el efecto de la subida del Impuesto de Matriculación, que ha provocado que se pague entre un 4,75% y un 9% más emitiendo lo mismo que el año pasado. Esta cifra de ventas es un 8% superior a la de 2020, pero un 26% inferior a la de 2019, y no se prevé que la recuperación llegue hasta 2023. A esto se suma la crisis de confianza, y De los Mozos ha recordado que el ciudadano se hace tres preguntas al ir a comprar un coche: tipo de movilidad, autonomía y tiempo de recarga. También ha destacado que los híbridos enchufables y los híbridos serán los únicos que subirán pese a la caída de la demanda y ha criticado que “la transformación la están pagando los ricos”, porque el coche eléctrico aún es demasiado caro, algo que también se refleja en el mercado de segunda mano, que crece un 15%.

Considera que hay que acelerar en el despliegue de infraestructura de recarga, debe haber 14 millones de nuevos coches (el 50% electrificados) en las calles y hay que achatarrar 19 millones por su elevada antigüedad

De los Mozos considera que hay que acelerar en el despliegue de infraestructura de recarga, debe haber 14 millones de nuevos coches (el 50% electrificados) en las calles y hay que achatarrar 19 millones por su elevada antigüedad. “Si no achatarramos, no bajarán las emisiones”, ha subrayado. También ha criticado que “hemos matado al coche de combustión”, pese a que “a lo mejor un coche de este tipo puede reciclar las emisiones en 2040” y a que la electrificación no es apta para todos: “en camiones, la solución pasa por el diesel, el hidrógeno y el gas”. Además, ha insistido en que haya una reforma de la fiscalidad del sector: “no quieren un impuesto a la compra sino uno medioambiental con criterios sociales”, rebaja en el IVA del coche eléctrico y electrificado o bonificaciones para sacar a los coches de más de 12 años de antigüedad.