Decíamos hace nada que el poder, eso que siempre tiende a la tiranía, quiere domeñarnos metiéndonos a todos en casa, en una burbuja, sin relación con nuestro próximos. Es una corriente que empezó en España e Italia y que ahora recorre todo el mundo porque ha cundido el pánico al coronavirus.

Pues bien, ahora, Isabel Ayuso, una de las pocas políticas que resistía la marea liberticida global también entra en pánico y decreta el toque de queda en Madrid. Por ahora, el estado de sitio no se contempla pero estamos en ello.

Quien tiembla no razona: ya no luchamos contra el virus sino contra el hombre, condenado a vivir en una burbuja.

Y el que ose, no ya rebelarse, sino tan sólo discrepar… es un negacionista, un ultra

Políticamente supone un desastre, dado que el Gobierno ha tardado un par de minutos en recordarle que debería haberle hecho caso muchísimo antes.

Y el que ose, no ya rebelarse, sino tan sólo discrepar… es un negacionista, un ultra, un paria, marcado como asocial, como las reses, por el imperio de lo políticamente correcto.

El camino hacia la tiranía está expedito. Pero tenemos un consuelo: no será en España sino en todo el planeta.

Y son muchos los que aplauden

Por de pronto, en Madrid, Díaz Ayuso ya ha cedido al miedo. Toque de queda, con el glamour de toda la aquella novedad llegada de París.

Y lo peor de todo: son muchos los que aplauden.