El salario maternal ni está ni se le espera en nuestro país, pues la actual prestación por hijo se integrará dentro del Ingreso Mínimo Vital (IMV) recientemente aprobado. Así se recoge en la disposición transitoria séptima del Real-Decreto ley 20/2020 que ha entrado en vigor este lunes, tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Eso sí, las personas que no cumplan los requisitos para recibir el IMV a 31 de diciembre de este año podrán solicitar seguir beneficiándose esos escasos 100 euros mensuales por hijo o menor a cargo, que hasta ahora sólo reciben las madres que trabajan fuera de casa durante tres años. Esta ayuda es mínima, como bien saben, y está muy lejos de la que se recibe, por ejemplo, en Alemania: 193 euros mensuales por hijo hasta los 18 años, que se puede extender más allá si va a la universidad y vive en el hogar familiar, y a la que se suman otras prestaciones, como el pago de la guardería.

El Gobierno Sánchez prefiere un ‘alimenta-vagos’ a fomentar de verdad la natalidad

En la presentación mostrada el pasado viernes en La Moncloa (concretamente, en la página 10), el Gobierno presumía de que así el gasto en porcentaje de PIB se “situará en línea con los países de nuestro entorno”, cerca del promedio (0,4%). Sin embargo, el mismo gráfico muestra que nuestro país continuará lejos de otros, como Francia (cercana al 0,5%), Alemania o Reino Unido (ambos superan el 0,6%).

El Gobierno Sánchez prefiere un ‘alimenta-vagos’ a fomentar de verdad la natalidad, así lo demuestra el hecho de que la prestación por hijo se integre dentro del IMV. Asimismo, no se ha tenido en cuenta la propuesta que Vox hizo el pasado febrero: una ayuda universal de 100 euros al mes por hijo… hasta la mayoría de edad. Además, conviene recordar que el salario maternal le saldría mucho más barato que el IMV y sería mucho más justo: el IMV se estima que supondrá un gasto público de unos 3.000 millones de euros.