• Y esto demuestra todo el engaño posterior sobre la liquidación del Popular por Europa.
  • Ocurrió en noviembre, los últimos días de Ángel Ron como presidente.
  • Opción BBVA: Antonio del Valle se opuso: quería quedarse él con el banco y por menos dinero.
  • Y en BBVA sospechan que Lazard se chivó al Santander.
  • Ana Botín acabó pidiendo a Ángel Ron que, si "recuperaba" el control del banco, pusiera precio.
  • Un mes después, Saracho tomaba el control.
  • Seis meses después Europa regalaba el Popular al Santander por un euro.

El BBVA ofreció por el Popular 5.500 millones; el Santander entre 4.200 y 7.000. Ambos en noviembre de 2016, todavía con Ángel Ron como presidente. El diario ABC ha publicado ahora las ofertas de Barclays o de Deutsche pero Francisco González lo negoció a través de Lazard. El BBVA valoraba el Popular en 6.500 millones de euros, aunque se permitía una licencia de 1.000 por si surgían inconvenientes. En plata: por si el agujero inmobiliario aumentaba. Y ahí viene lo sospechoso, lo que sospechan, al menos, en el propio BBVA. Porque resulta que de inmediato y de forma apresurada, surge una contra oferta del Santander. Recuerden que el BBVA había dado orden a Lazard y Lazard está dirigido en España por Jaime Castellanos, a la sazón tío de la presidenta del Santander, Ana Botín. Sea como fuere, el responsable de Planificación estratégica del Santander, José Luis de la Mora, días después de recibida la oferta del BBVA, se pone en contacto con Miguel Ángel Moral, su homólogo en el Popular y el aval de una oferta que oscilaba entre 1 euro y 1,70 por acción, algo que suponía valorar el Popular en una horquilla demasiado amplia, entre los 4.200 y los más de 7.000 millones de pesetas. Es cuando Ángel Ron se pone en contacto con Ana Botín para decirle que no puede ni llevar al Consejo una horquilla de un 70%. La respuesta del Santander llega en seguida: pues entonces, si "recuperas" el control del banco, pon tú el precio. Por cierto, la oferta, mucho más seria, del BBVA sí se discutió en el Popular, pero el mexicano Antonio del Valle se opuso con uñas y dientes. Lógico: quería ser él quien se quedara con el Popular por menos dinero. Es más, meses después intentaría una opa, con ayuda de los chilenos Lucsik por 2.500 millones de euros. En definitiva, estas cifras demuestran el paripé interesado en el que se convirtió la adjudicación del Popular al Santander, por un euro, seis meses después, y tras sufrir una inexplicable crisis de liquidez, crisis que no se explica si el propio Emilio Saracho no estaba detrás de ella para forzar una venta. No lo consiguió porque, al final, Ana Botín le expulsó de la negociación y porque Europa ya había decidido que España iba a servir como conejillo de indias para ensayar la liquidación de entidades, Aunque, como decía Miguel Ángel Fernández Ordóñez: no quiero opinar sobre el Popular pero mejor cambiar el sistema europeo de liquidación. ¡Cachondón! Eulogio López eulogio@hispanidad.com