Primer disgusto para la vicepresidenta tercera y ministro de Trabajo Social, Yolanda Díaz, tras participar en la manifestación del pasado 1 de mayo: Norwegian ha dado el paso del ERTE al ERE. Y es que ha anunciado que despedirá al 85% de su plantilla en España, es decir, a 1.191 personas.

La aerolínea low cost ha comunicado a los sindicatos de tripulantes de cabina y de pilotos (USO y SEPLA, respectivamente) que se quedará con dos bases en nuestro país de las cinco que tenía hasta ahora. Es decir, se quedará con las de Alicante y Málaga, y cerrará las de Barcelona, Gran Canaria y Tenerife Sur. Una decisión que se debe al cese de las operaciones de larga distancia y al redimensionamiento de la corta distancia para afrontar la dura crisis que está atravesando a consecuencia del Covid-19: a pesar de las ayudas, perdió 2.217 millones de euros en 2020, catorce veces más que el año anterior, y busca nuevo capital en Irlanda y Noruega.

Desde las bases de Alicante y Málaga, Norwegian tiene previsto volar sólo con dos aviones este verano (uno y uno, respectivamente) y con seis para el verano de 2022 (tres y tres). Unas cifras que están muy alejadas de los 20 que solía operar entre las cinco bases en la campaña veraniega antes de la pandemia. Por ello, estima que tendrá una necesidad de 215 efectivos, entre pilotos y tripulantes de cabina (TCP) en el verano de 2022, aunque podrían ser más, en función de los acuerdos a los que lleguen sindicatos y empresa. Además, conviene recordar que la plantilla de Norwegian en España llevaba en ERTE por fuerza mayor desde marzo del año pasado y ahora el SEPLA denuncia que la aerolínea está en fase contratación de pilotos para operar en Dinamarca y Finlandia. Eso sí, esta presume de mantener su presencia permanente en España, tras haberse retirado de todos sus mercados menos de los escandinavos.