Decíamos ayer que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump siempre lograba centrar el debate, que es la mejor manera de ganar el debate.

Llega a Bruselas para la Cumbre de la OTAN y les recuerda a los alemanes que son unos morosos por no gastar en Defensa el 2% del PIB y de depender energéticamente de Vladimir Putin mientras se rasgan las vestiduras con el imperialismo ruso.

Fue especialmente duro con Alemania… que brama contra Putin pero le compra el gas

Merkel sale al quite asegurando que ofrecen mucho a la OTAN (¿No lo dirá en serio?) y que son un país independiente que le compran el gas a quien quieren: excusas de mal pagador.

De postre, con las bolsas cayendo por la guerra comercial, Trump profundiza en el sector bursátil y les recuerda a los europeos que mucho protestar por la guerra comercial, pero la balanza entre Europa y Norteamérica sigue siendo favorable… para Europa.

Al final, Trump viene a decirle lo siguiente: se gastan el dinero en su internacionalismo, pacifismo, feminismo y demás ismos… pero cuando vienen mal dadas, es Estados Unidos quien tiene que poner su dinero, sus soldados y sus muertos para defender a Europa.

En muchos países europeos, ser militar es una deshonra con inclinaciones fascistas

Al final, la propia debilidad moral Europa le hace conformarse con el buenismo. En muchos países europeos, ser militar es una deshonra con inclinaciones fascistas.

Al fondo, Pedro Sánchez, presidente de España, acomplejado desde el inicio: nosotros sólo damos el 0,9% y creemos que debemos llegar al 2% (¿Lo cree Podemos?) pero hay que contar el coste de las misiones en el exterior. Probablemente haya que hacerlo, pero tampoco hay que avergonzarse de la defensa de España.