Benjamin Disraeli rebautizó a su eterno adversario político, William Gladstone, como ‘God’s OnlyMistake’ (GOM), esto es, el único error de Dios. Pues bien, Nancy Pelosi se ha convertido en el GOM norteamericano de 2021, en el Estados Unidos de interregno entre las presidencias de Donald Trump y Joe Biden.

Pelosi, cada día más histriónica, ha sido reelegida presidenta del Congreso norteamericano, por escaso margen de votos.

Atención: ahora tenemos en Estados Unidos a un presidente católico abortero, a una vicepresidenta y presidenta del Senado, Kamala Harris, directamente cristófoba, y a una presidenta del Congreso de los Diputados… asimismo católica abortera.

Lo de católico y abortero imprime carácter y además, tiene un ulterior significado: constituye una contradicción ‘in terminis’, algo muy acorde con el sentido de los tiempos.

Un católico abortero siempre resulta ser más abortero que católico

Un católico abortero siempre resulta ser más abortero que católico, porque está siempre dispuesto a cuestionar el sustantivo pero jamás el adjetivo. Mucho más en el caso de Joe Biden, cuya base política es la sección más radical del Partido Demócrata.

Entre los radicales destaca la vicepresidenta, Kamala Harris, una cristófoba radical, odiadora oficial de todo lo que huela a cristiano.

Naturalmente desde la llegada a la Casa Blanca del ‘moderado’, y pro-chino, Joe Biden las manifestaciones anti-racistas y contra la brutalidad policial han caído en picado. Es más: el planeta ya no corre peligro… y China vuelve a ser buena. Ahora, el más perverso del mundo es Putin. El Nuevo Orden Mundial (NOM) está contento: al frente de la todavía primera potencia mundial, hay dos católicos aborteros, dos incoherentes, es decir, sus especímenes preferidos.

Eso sí, para el NOM no basta con haber vencido a Trump: ahora hay que denigrar al ‘trumpismo’. Le siguen considerando el enemigo más peligroso. A pesar de todas las rarezas de la noche electoral, ahora es el propio Trump quien intentó manipular las elecciones a su favor, justamente en Georgia, donde, por pura casualidad, hoy mismo se votan los dos senadores que decidirán si Biden tendrá o no mayoría absoluta en el Senado. Y como consiga mayoría en las dos cámaras, el Nuevo Orden Mundial pondrá en marcha su agenda legal a lo bestia. ¡Qué no nos pase nada!