El pasado jueves el exabogado de Podemos, José Manuel Calvente, declaró durante tres horas por videoconferencia ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón como testigo en el «caso Dina Bousselham»: es decir, sobre la publicación en julio de 2016 de las conversaciones de la exasesora de la formación ultra-comunista con dirigentes del partido, entre ellos Pablo Iglesias.

Pues bien: según esos audios  -a los que ha tenido acceso La Razón-  Calvente aseguró al juez de la Audiencia Nacional el pasado día 10 que la cúpula de Podemos era consciente de que el «caso Dina Bousselham» era un «montaje» de Podemos para sacar rédito electoral y no estaba urdido, por tanto, por las “cloacas del Estado", pues provenía de una “filtración interna” debida a “batallas internas”.

En esa declaración se refiere a la existencia en Podemos de «un gabinete de crisis formado por cuatro personas» que son las que, según él, habrían orquestado la versión de que se trató de una operación de la «Policía patriótica» ejecutada por el comisario Villarejo -a quien se incautó una copia de esos archivos- para perjudicarle políticamente. «La estrategia es muy sencilla: vamos a utilizar el “caso Villarejo” en beneficio político. ¿Cómo? A través de los contactos de Marta Flor con Fiscalía conseguiremos que Iglesias sea llamado a declarar», reveló el letrado, recoge también La Razón.

Preguntado por quiénes integraban ese gabinete, precisa que estaban «desde el líder» Pablo Iglesias «hasta toda su cúpula: Irene Montero, Rafael Mayoral, Juanma del Olmo».

Preguntado por quiénes integraban ese gabinete, precisa que estaban «desde el líder» Pablo Iglesias «hasta toda su cúpula: Irene Montero, Rafael Mayoral, Juanma del Olmo»

De hecho, el ex abogado de Podemos cree que el «hostigamiento» contra él comenzó en febrero de 2019. Avisé de que se convertiría en el “caso Iglesias”. Acerté y no me lo perdonan», denunció.

El abogado explicó que Podemos tiene «un equipo a sueldo» para «cargarse a los jueces y personas que le atacan», por lo que temía que «haya una persona que esa reacción de insulto la transforme en reacción física, porque hay mucho loco en Podemos, hay bases muy locas, hay muchos radicales, hay mucha kale borroka en Podemos también». «Lo que me da miedo», admitió, es que por esa «incitación que inconscientemente está haciendo Podemos para cargarse a la gente, alguien se tome la justicia por su mano y me quiera hacer daño», recoge el mismo medio.  

Los audios de esa declaración de Calvente, por cierto, han trascendido horas después de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional haya devuelto a Iglesias la condición de perjudicado en el «caso Dina» que le había retirado el juez García-Castellón, al considerar que sigue siendo «verosímil» que la publicación de las conversaciones provenga de Villarejo para «causar quebranto» al vicepresidente. La Sala señala incluso la «improcedencia» de las alternativas que baraja el instructor, que señalan a Iglesias y Bousselham «como origen de las informaciones publicadas». Una argumentación que hace extensible a la investigación sobre los daños en la tarjeta, añade La Razón. 

Sólo un detalle: son mayoría los iniciados en el caso que sospechan, como, al parecer sospecha el juez instructor pero discute la Sala, que la relación, presuntamente íntima, entre Dina y Pablo está en el origen de todo este fregado, no las oscuras operaciones anti-Podemos de las "cloacas" del Gobierno, como asegura el vicepresidente Iglesias.