Christine Lagarde ha dado un nuevo susto al sector bancario. Por una parte, mediodía de este jueves 8, advierte del crecimiento de los activos tóxicos y del aumento de la morosidad. Recuerden: la advertencia de un gobernador siempre constituye una amenaza. Y, por otro lado, pide un dividendo bancario conservador. En otras palabras, por segundo año consecutivo exige a los bancos pocas alegrías en la satisfacción al accionista. Para muestra un botón: nada más hablar Lagarde el sector bancario español presionó a la baja. Les espera un buen año a las entidades: la bolsa renqueante y el dividendo menguado. Más de un fondo se preguntará: ¿para qué invertir en banca?

Dictamen del sector: no podemos reducir plantilla y oficinas y, al mismo tiempo, provisionar más

Eso sí, como doña Christine es buena persona, felicita a la banca por su capitalización al tiempo que advierte de que no habrá cambios en su política monetaria. en plata, que no va a subir los tipos. Y la pregunta es: ¿con los tipos por los suelos de qué sirve estar muy capitalizado? 

Y así, en el sector se preguntan si el BCE no estará descontando alguna crisis bancaria de enjundia. Recuerden que la doctrina oficial es que si se repitiera una nueva crisis bancaria esta vez no habría ayudas públicas: ¿a qué sí las habría?

El BCE se niega a modificar su política monetaria: no habrá subida de tipos. Sólo Alemania lo pide pero el resto de Europa se hundiría. Sobre todo España

Por otra parte, sólo Alemania apoya una subida de tipos. Si se hiciera, salvo Alemania, todos los países, endeudados hasta las orejas, se aproximarían a la quiebra. No olviden que España ya supera el 114% de deuda pública. 

En cualquier caso, la banca afronta un ejercicio difícil. No puede contar con una subida de tipos lo que le exige cobrar cada vez más comisiones y reducir gastos: plantilla y oficinas. Ahora bien, reducir plantilla es un proceso caro y además, tiene un límite natural. No, no va a ser este un buen año para los bancos.