Pedro Sánchez está dispuesto a vender hasta la camisa para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, unas cuentas que servirán -presuntamente- para salir de la crisis económica que él mismo provocó con el arresto domiciliario, que tuvo como resultado la muerte de más de 40.000 ciudadanos. Un éxito sin precedentes.

Sea como fuere, ahora toca aprobar los PGE, la ley más importante de la Legislatura y por la que Sánchez lo está dando todo. Por ejemplo, se ha comprometido a poner fin al ‘dumping fiscal’ que, según ERC, practica la derechona en la Comunidad de Madrid. Es sólo un preacuerdo, pero está dentro de la negociación que mantienen a estas horas ERC y el Gobierno, según ha confirmado Gabriel Rufián en la tarde de este martes.

Para entendernos, lo que quiere Rufián es que la CAM no pueda aplicar la exención al impuesto nacional de sucesiones y donaciones, algo que comenzó Esperanza Aguirre y que han mantenido los sucesivos presidentes madrileños del PP. Intolerable, porque la medida ha provocado que muchos catalanes, asturianos, aragoneses… se empadronen en Madrid con el fin de hacer una donación en vida a sus hijos y repartir así su patrimonio. Y es que el impuesto sobre el patrimonio es del todo injusto, ya que obliga a pagar por algo que ya tributó en su momento.

A Rufián eso le da lo mismo, como a María Jesús Montero, empeñada en poner fin a la exención madrileña. Ahora bien, la ministra de Hacienda siempre ha apelado a hacerlo por consenso en el marco del Consejo Territorial y Fiscal. El preacuerdo con ERC augura, sin embargo, que el Gobierno prescindirá del acuerdo con las CCAA y lo hará, finalmente, ‘manu militari’.

¿Cómo se ha comprometido el Gobierno para hacerlo? “Si lo digo es que no se hace”, ha respondido el portavoz de ERC en el Congreso. El argumento de Rufián para terminar con la exención madrileña es definitivo: es una medida que perjudica a los pobres. Querido Gabriel, el impuesto de sucesiones y donaciones, a quien más penaliza es a la clase media, esto es, a aquel que hereda un piso y tiene que renunciar a él porque no puede pagar el impuesto. Los ricos no tienen problema alguno y los pobres no suelen heredar una vivienda.

Y junto a esto, ERC exige terminar con el control financiero del Estado a la Generalitat, principalmente en materia de gasto. Según Rufián, es algo que sigue vigente desde la aplicación del 155, aunque lo cierto es que es algo que se aplica a todas las CCAA para que no se endeuden sin control.

Esto marcha.