Es el 50% escrutado y los datos varían con rapidez. Lo que parece claro es que el PSOE ganará las elecciones con una diferencia bastante holgada. Un crecimiento (en 2016 obtuvo 85) comparable al descalabro del PP, que sólo lograría 66 escaños, por los 137 que obtuvo en 2016.

Ciudadanos va subiendo a medida que avanza el escrutinio y ya está en los 55 diputados. Unidas Podemos bajaría hasta los 35 (45 en 2016). El efecto Vox se queda a medias, con 23 diputados.

La pregunta con la mitad del escrutinio es: ¿Con quién gobernará Pedro Sánchez?

De momento, la euforia se ha desatado en la sede madrileña del PSOE, en la calle Ferraz, donde ya preparan el cava y los fuegos aritificiales. La otra cara, en la calle Génova, donde no hay apenas simpatizantes. En Ciudadanos está contentos aunque mantienen cierta cautela. Cada vez que se actualiza el escrutinio, suben uno o dos escaños. En Unidas Podemos hay cierta satisfacción porque las encuestas les daban un descalabro mayor. Pero el resultado de Pablo Iglesias no es bueno: baja de 45 a 35.

Y en Vox, cierta decepción en sus filas congredas en la plaza Margaret Thatcher, de Madrid, porque algunos sondeos les daban más de 50 representantes y, de momento, logran 23. Silencio.