Abascal debe aclarar su postura sobre la defensa de la vida porque el aborto es mucho más que el aborto. En dos planos:

  1. El personal: si no estás dispuesto a defender, contra lo políticamente correcto, al ser humano más inocente y más indefenso de todos, lo siento, pero yo no me fío de tu integridad. En esta etapa fin de ciclo, o se es coherente o se es un fraude. Y esto, seas de izquierdas o de derechas, suponiendo que ambas cosas signifiquen lo que significaban antaño, cuando hablábamos en cristiano.
  2. Porque en política, en la vida pública, o crees en el derecho a la vida o no crees en derecho alguno. Si no crees en el derecho a la vida, sólo crees en el derecho de los muertos, gente poco reivindicativa.

En plata: si no crees en el derecho a la vida del no nacido, eres cualquier cosa menos un demócrata.

Abascal, campeón: el aborto no es una cuestión menor, es mucho más importante que la unidad de España y define a persona y partidos. Así que deberás decidir si realmente te crees eso que figura en tu programa de la defensa de la persona “desde la concepción hasta la muerte natural” o si decides que eso está muy bien, ciertamente, pero para cuando alcancemos el poder, no antes.

Eso fue justamente lo que hizo el PP y mira cómo ha terminado: solicitando la ley de aborto socialista de 1985, más homicida que la de 2010. Sí, más homicida.