Barack Obama ha emprendido recientemente una campaña anti-Trump, que pretende “recuperar la cordura” del país, de cara a las elecciones legislativas que se celebran en noviembre. Y es que son muchos a los que le ha llamado la atención el público que asistió al mitin, más que el discurso del expresidente.

Celebrado en el Anaheim Convention Center, California, tan solo se presentaron alrededor de 750 interesados en escuchar las palabras de Obama. El centro tiene un aforo de 7.500 personas. Otro dato: Los Ángeles – Long Beach, donde tuvo lugar el acontecimiento, goza de una población superior a 12 millones de habitantes.

Obama ha dejado de dar la talla. Y, a lo mejor, su inmensurable vanidad le pierde. A los norteamericanos no les gustan los "ex" resucitados.