Nadia Calviño ha resultado ser la más lista de todos los fichajes que Pedro Sánchez ha hecho desde que en junio de 2018 llegó a La Moncloa. Y es que acumula un ‘carrerón’ político y económico a sus espaldas que la ha llevado hasta el Banco Europeo de Inversiones (BEI), pero no se olvida de España ni de ayudar a sus empresas. Entre ellas, lo saben bien Indra e Iberdrola, que acaban de recibir 385 millones de euros y 300 millones, respectivamente.

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En el caso de la compañía que preside Ángel Escribano se trata de un acuerdo de financiación para impulsar su I+D en tecnologías de defensa y del espacio, en pleno contexto de rearme europeo. ¿Y quién sabe? Quizá parte del dinero pueda contribuir a la compra de EME, la empresa que presidía Ángel Escribano antes de liderar la cúpula de Indra y que desde entonces dirige su hermano Javier. Y en el caso de Iberdrola, se trata de un préstamo de 300 millones para financiar el desarrollo de las redes eléctricas en Brasil, pero no ha sido la única financiación que ha logrado Ignacio S. Galán en los últimos días, pues también ha firmado un crédito de 2.500 millones con 32 bancos internacionales.

Calviño es una economista de 56 años que pertenece al Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado. Su ‘carrerón’ empezó en la Administración Pública, trabajando durante más de una década en el Ministerio de Economía, lugar que en 2006 cambió para ascender a la Comisión Europea. Allí tuvo distintos puestos (directora general adjunta en la Dirección General de Mercado Interior, directora general adjunta en el departamento de Servicios financieros y directora general de Presupuestos, entre otros). En junio de 2008, la economista gallega emprendió el viaje inverso, al pasar de Bruselas a Madrid, tras ser elegida por Pedro Sánchez para formar parte de su primer gobierno (en el que solo estaba el PSOE, aunque Calviño no era militante socialista, sino independiente)… y tomó posesión como ministra de Economía y Empresa.

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A pesar de tener un buen puesto en España, figuró entre las candidatas para relevar a Christine Lagarde como directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), cargo que finalmente obtuvo Kristalina Georgieva. Tras las elecciones generales de noviembre de 2019, llegó el segundo Gobierno Sánchez (ya de coalición entre PSOE y Podemos) y Calviño ascendió a vicepresidenta tercera, manteniendo las riendas del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Meses más tarde se postuló para el Eurogrupo (algo que recientemente ha hecho el ministro Carlos Cuerpo, pero se ha retirado por falta de apoyos y se ha reelegido a Pascal Donohoe), aunque no logró el puesto… y como consuelo, tras la salida del podemita Pablo Iglesias del Gobierno, ascendió a vicepresidenta segunda y sin soltar la cartera de Economía, y meses después, al irse Carmen Calvo, pasó a vicepresidenta primera. Este cargo lo mantuvo con el tercer Gobierno Sánchez (de coalición entre PSOE y Sumar), aunque fue cedió la competencia de Transformación Digital y adquirió la de Comercio. Finalmente, cesó el 29 de diciembre de 2023 para irse a presidir el BEI, que tiene su sede en Luxemburgo, y dejó su cartera española en manos del ministro Cuerpo. La economista gallega salió ganando con el cambio: pasó de cobrar unos 84,600,7 euros anuales a 381.398 euros.

Calviño, al igual que Teresa Ribera, buscó refugio en Europa. La primera en el órgano financiero de la UE que ofrece financiación y préstamos a empresas que tienen buenas condiciones, por lo que se consideran créditos blandos; y la segunda como vicepresidenta europea para la Transición Limpia, Justa y Competitiva a partir del 1 de diciembre de 2024. Ambas han huido de España, mientras el cerco se estrecha cada vez más por los casos de corrupción del PSOE y de su familia (en concreto de su hermano, David Sánchez; y de su esposa, Begoña Gómez), y resurgiendo el escándalo de las saunas gay de su suegro.

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Claro que la economista gallega también está pendiente de lo que suceda con Air Europa. Ya saben que el juez Juan Carlos Peinado y la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil siguen investigando… aunque en el último mes ha cogido más protagonismo el caso de Santos Cerdán y la ‘presunta’ corrupción que ha salpicado a Acciona, que la aerolínea de la familia Hidalgo. Eso sí, no hay que olvidar que quedó claro que esta última no estaba tan bien como presumían sus dueños, como se vio en los mensajes entre José Luis Ábalos y Nadia Calviño, cuando ambos eran miembros del Gobierno Sánchez en el verano de 2020… y donde también se nombraba a la entonces vicepresidenta segunda y titular de Hacienda, María Jesús (Marisu) Montero, que sí sigue en el Gobierno pero ahora como vicepresidenta primera y manteniendo las riendas de las arcas públicas del Estado.

Air Europa recibió un rescate vía préstamos del fondo para empresas estratégicas de la SEPI (dotado con fondos europeos) de 475 millones de euros en noviembre de 2020. También las agencias de viajes de Globalia (Halcón Viajes y Viajes Ecuador) recibieron un rescate de 320 millones de dicho fondo… que ayudaron a su fusión con Ávoris (la agencia del grupo Barceló) en marzo de 2021, y Barceló acabó siendo su único dueño al comprar el 40,5% que tenía Globalia y procedió a amortizar anticipadamente los préstamos recibidos y a pagar los intereses hasta ese momento. La Audiencia Nacional ha forzado que la SEPI revele la letra pequeña del rescate de Ávoris. Y ojo, porque ahora el Tribunal Supremo va a investigar la concesión de créditos ICO a empresas durante la pandemia del Covid-19, según informa El País, y entre las agraciadas también está la aerolínea de Globalia, que recibió un crédito de 141 millones. De hecho, este crédito (concedido meses antes del rescate de la SEPI) es objeto de investigación por parte de la UCO desde el pasado marzo.  

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Recuerden que a Calviño no le hizo ninguna gracia que Air Europa hubiera repartido dividendos de 35 millones entre algunos de sus propietarios en febrero de 2020: en concreto, entre la familia Hidalgo, aunque no participó el exministro y empresario balear Abel Matutes, dueño del 5% de Globalia desde abril de 2013, cuando compró las acciones que tenía el entonces director general del grupo turístico e hijo de ‘Pepe Aviones’, y amigo de Begoña Gómez, Javier Hidalgo. Un reparto de dividendos que también apareció en la investigación de la UCO el pasado noviembre. Además, la familia Hidalgo sigue bajo la lupa... y al rescate a Air Europa y el crédito del ICO, y el rescate de Ávoris, se suma que el Tribunal de Cuentas ha pedido investigar el uso de sociedades ‘offshore’

Eso sí, la familia de la economista Gallega tampoco ha quedado fuera de la polémica. Su marido, Ignacio Manrique de Lara, con quien tiene cuatro hijos, trabajaba en Beedigital (antigua Páginas Amarillas), empresa que se ofreció para canalizar (o sea, repartir) parte de los fondos europeos (en concreto, los 3.000 millones para digitalización de pymes y autónomos). El tema se fue hinchando y la Fiscalía Anticorrupción irrumpió en el Ministerio de Economía para recoger información sobre los contratos del marido de Calviño e Isabel Díaz Ayuso llevó dichos contratos ante la Fiscalía Europea. Claro que no fue el único escándalo de Manrique de Lara: a finales de 2022, fue fichado por Patrimonio Nacional, que estaba presidido por la ex secretaria de Estado de Calviño (Ana de la Cueva), quien ocultó dicha contratación al Consejo de Administración.

Finalmente, Manrique de Lara renunció al fichaje por Patrimonio Nacional.