El enemigo más próximo que tuvieron los Reyes Magos fue Herodes el Grande
Decíamos ayer que la Epifanía era la fiesta de la iniciación cristiana y dicen los indios -lo he visto en una película de vaqueros, no se fíen- que el valor de un hombre se mide por la entidad de su enemigo.
El enemigo más próximo que tuvieron los Reyes Magos fue Herodes el Grande, el primero y más sanguinario de los cuatro Herodes que aparecen en la Sagrada Escritura. Es decir, el de la matanza de los santos inocentes, el paso más conocido, pero que no deja de ser uno más, en su larga carrera de crímenes. Nuevamente, acude en mi ayuda el erudito Daniel-Rops. Aquí tienen a Herodes el Grande en persona, una joya: "Ahogó con sus propias manos a su cuñado, el encantador Aristóbulo, aquel pequeño sumo sacerdote de 17 años, demasiado popular para su gusto. Y luego, uno a uno perecieron, por orden suya, su otro cuñado José, el octogenario Hircán II, la altivas asmonea Mariamme, a pesar de ser su esposa amadísima, y sus propios hijos, Aristóbulo y Alejandro. Con un pie en la sepultura, hizo decapitar a su tercer hijo Antipater".
Y concluye Rops: "Todo su reinado -desde el año 40 al 4 antes de Cristo- estuvo señalado por oleadas de sangre. Las ejecuciones en masa no le repugnaron más que los asesinatos individuales. Y así, 40 jóvenes fueron quemados, como antorchas vivas, por haber derribado el águila dorada, deshonroso ídolo que el tirano quiso colocar en la fachada del templo. Es su frenética agonía, aún ordenó la matanza de todos los principales personajes de la comunidad judía 'con el fin de tener cuando menos unas lágrimas sobre su tumba'".
El mundo actual no se divide entre izquierda y derecha sino entre cristianismo y satanismo... y el Nuevo Orden Mundial (NOM) de hoy resulta tan homicida como el Herodes de ayer. Sólo que más poderoso.