Lo decíamos ayer mismo lunes. Como era de esperar, los españoles empiezan a cansarse de la okupación, de ser usados por el Gobierno como escudo social para intentar blanquear su fracaso en materia de vivienda. 

Nuevo ejemplo de ello llega desde Almazora, en la provincia de Castellón. Donde una vecina evitó un intento de okupación. La vecina detectó movimientos sospechosos en el inmueble, dando aviso a la Policía Local y a la Guardia Civil, los agentes pudieron intervenir rápidamente, evitando la okupación: "Los ocupantes abandonaron el lugar voluntariamente tras la intervención de los agentes".

 

Tal y como ha explicado la propia alcaldesa de la localidad, María Tormo, a través de sus redes sociales, la colaboración ciudadana fue clave: "Juntos seguimos haciendo de Almassora un lugar más seguro". Efectivamente, porque con la ayuda del Gobierno mejor no contar. 

Tormo ha asegurado que el consistorio trabaja en la implantación de un sistema antiokupa para que estas situaciones no se den en un futuro. Y es que la okupación empieza a ser un grave problema en Almazora: según los datos de de las intervenciones efectuadas por la Policía Local detallados por la concejala de Seguridad Ciudadana, Silvana Rovira, han sido ocho los intentos de okupación ilegal en los últimos dos meses.