Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Irán, donde el año pasado «al menos 53 cristianos fueron detenidos» por el mero hecho de haber «practicado el culto relacionado con su fe». La confirmación de los reiterados casos de violaciones de la libertad religiosa en la República Islámica procede de Javaid Rehman, el relator especial de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos en el país, recoge Infocatólica.

Entre las violaciones de derechos humanos que describe el informe de Javaid Rehman se cuentan los «cierres forzosos» de los lugares de culto, especialmente de iglesias domésticas, so pretexto de presuntas violaciones «de la seguridad nacional». Al mismo tiempo, subraya que, en la práctica, no se ha cumplido la afirmación del gobierno de que «se respeta a las minorías» y que «los cristianos, los judíos y los zoroastrianos son libres de practicar los ritos de su religión tal como marca el artículo 13 de la Constitución».

La confirmación de las denuncias de abusos y violaciones de la libertad religiosa proviene de los activistas de Article18, un sitio web dedicado a documentar la represión en la República Islámica. En los últimos días, un grupo de cristianos conversos fue obligado a someterse a sesiones de «reeducación», asistiendo a clases y seminarios impartidos por expertos musulmanes.

El grupo de cristianos procede de Dezful, en el oeste del país. En plena noche, fueron contactados por agentes de inteligencia pertenecientes al Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos (Pasdaran) para pedirles que se presentaran en sus oficinas a la mañana siguiente. A pesar de las advertencias de los abogados de no responder a la citación, parte del grupo se presentó. Las personas fueron sometidas a una especie de adoctrinamiento. Los funcionarios les dijeron que habían sido «engañados» sobre su fe y que pronto se organizarían diez sesiones con líderes islámicos para «guiarlos por el camino correcto».

No está claro por qué los funcionarios del gobierno comunista vietnamita intervinieron e interrumpieron la misa

Nos vamos ahora a Vietnam, donde los católicos de la archidiócesis de Hanoi se vieron sorprendidos e impactados cuando algunos funcionarios del gobierno entraron en una iglesia de la provincia de Hoa Binh e interrumpieron la misa que estaba celebrando Monseñor Joseph Vu Van Thien, arzobispo de Hanoi, recoge Fides.

No está claro por qué los funcionarios del gobierno intervinieron e interrumpieron la misa. Pero “fue bastante desagradable y preocupante ver la liturgia interrumpida por la presencia de varios funcionarios del Estado”, se lee en una nota de la Archidiócesis de Hanoi, en referencia a la indignación expresada por la comunidad local.

Agentes de seguridad vestidos de civil interrumpieron el servicio litúrgico. Dirigidos por el jefe de la rama local del Partido Comunista, se dirigieron al altar, ordenando al arzobispo con voz alterada que detuviera inmediatamente la liturgia y dispersara a la asamblea.

Los concelebrantes y los feligreses hicieron todo lo posible para proteger al arzobispo Joseph y pidieron a los funcionarios que abandonaran la iglesia, permitiendo que la liturgia terminara. Tras el desafortunado incidente, la santa misa se reanudó aunque la asamblea estaba aturdida y conmocionada.

Tanto los católicos de Hanoi como los creyentes de otras religiones de Vietnam han condenado la flagrante violación de los derechos humanos y la libertad de culto. “Por primera vez, veo a los funcionarios del gobierno local acercarse al altar e interrumpir la misa sin esperar a que termine, como solían hacer en el pasado, y por primera vez los vemos dirigirse violentamente a los sacerdotes, faltando al respeto a los ministros sagrados. Se trata de una acción brutal e ilegal. Es una blasfemia flagrante y un sacrilegio”, ha dicho al respecto el padre Peter Nguyen Van Khai, religioso de la congregación redentorista de Vietnam.

Monseñor Zhang, de 63 años es obispo de Xinxiang desde 1991. Está reconocido por la Santa Sede pero no por el gobierno chino y eso lo convierte en un "criminal

Y en China, Monseñor Joseph Zhang Weizhu, obispo de Xinxiang (Henan) sigue detenido por las autoridades comunistas en un lugar desconocido desde hace ya nueve meses. Fieles de esta diócesis han vuelto a denunciar la situación y consideran que se ha “traicionado” el acuerdo entre China y la Santa Sede, recoge Religión en Libertad.

El obispo de 63 años desapareció tras ser detenido por la Policía el 21 de mayo de 2021, cuando regresaba del hospital tras someterse a una operación debido a un cáncer. Junto a él fueron detenidos 10 sacerdotes y 10 seminaristas.

Monseñor Zhang, de 63 años es obispo de Xinxiang desde 1991. Está reconocido por la Santa Sede pero no por el gobierno chino y eso lo convierte en un "criminal".

Los seminaristas regresaron a sus hogares al cabo de unos días y tienen prohibido continuar sus estudios de teología. Los sacerdotes también volvieron a su casa después de algunas "sesiones políticas" para inculcarles la "libertad religiosa" de la que pueden gozar a condición de someterse al Partido Comunista Chino. El obispo, en cambio, sigue detenido "ilegalmente".

Según la ley china, el aislamiento y encarcelamiento de una persona sin cargos no puede durar más de tres meses. Pero el obispo permanece ya nueve meses en un lugar desconocido para los fieles, e incluso para los familiares, sin que se haya presentado ninguna acusación concreta.