"El año 2023 será recordado por una hambruna mundial. A finales de 2021, había 282 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria extrema. A finales de 2022, rondaba los 345 millones. 50 millones de personas podrían morir de hambre a principios de 2023 si se sigue la trayectoria actual", según un informe reciente de la PMA, el programa de la ONU que se encarga de la asistencia alimentaria global.

El llamamiento lo han llevado a cabo cinco organismos de la ONU: la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), que piden una acción urgente para proteger a los millones de niños desnutridos en los 15 países más afectados por la crisis alimentaria. 

El Plan de Acción Mundial señala los países más afectados: Afganistán, Burkina Faso, Chad, Etiopía, Haití, Kenia, Madagascar, Malí, Níger, Nigeria, República Democrática del Congo, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Yemen.

Estos son los países más afectados a día de hoy, pero como hemos avisado en Hispanidad: la verdadera crisis económica es la falta de alimentos, el hambre... y podría llegar a Europa. Sí, el hambre en el primer mundo es también posible... y por culpa del primer mundo.

El mundo puede fabricar alimentos para varias decenas de humanidades salvo que el hombre deje de explotar al planeta... que es lo que debe hacer el hombre y lo que está dejando de hacer, y esta idea es promocionada, bajo la excusa del ecologismo, por los mismos organismos de la ONU que denuncian que la hambruna llega. Tanto la agricultura como la ganadería están siendo abandonados en el Tercer Mundo, por las lamentables políticas agrarias de Europa y de Estados Unidos: la PAC y las Farm Act, que han destruido la agricultura y la ganadería del mundo pobre a costa de subvencionar a los agricultores y ganaderos del mundo rico.

La verdadera crisis económica es la falta de alimentos, el hambre... y podría llegar a Europa. Sí, el hambre en el primer mundo es también posible... y por culpa del primer mundo

El director general de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu, ha advertido de que "la situación probablemente se deteriorará aún más en 2023", por lo que hay que tomar medidas para "salvar vidas" y "atajar las causas subyacentes de la desnutrición aguda". "Debemos garantizar la disponibilidad, asequibilidad y accesibilidad de dietas saludables para los niños pequeños, las niñas y las mujeres embarazadas y lactantes. Necesitamos actuar con urgencia ahora para salvar vidas y atajar las causas profundas de la malnutrición aguda, trabajando juntos en todos los sectores", añadió.

En el mismo sentido, la directora ejecutiva del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), Catherine Russell, alertó que "la cascada de crisis" ha provocado que se complicara el acceso a la alimentación de millones de niños y "ha hecho más difícil que accedan a servicios básicos".

David Beasley, jefe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), afirmó que "Hay otros tres millones de personas que corren riesgo de morir de hambre. Dentro de poco, el 70% de la población no tendrá nada para alimentarse".

El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha insistido en que "la crisis alimentaria global es también una crisis sanitaria", así como "un círculo vicioso" en el que ambos frentes se retroalimentan. "La desnutrición lleva a enfermedades y las enfermedades llevan a desnutrición".

Según la ONU, estamos ante una "inseguridad alimentaria aguda". Curiosa la doble moral de la ONU, promociona que el hombre no explote el planeta, pero denuncia el hambre imperante. Al mismo tiempo, afirma que hay que actuar de manera inmediata, pero recuerden que condicionan la ayuda alimentaria a los países más necesitados al sometimiento a la agenda LGTB: "Igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas en el contexto de la seguridad alimentaria y la nutrición”.