Menos mal que representan a las mujeres y que les importan las víctimas, por ejemplo, de violaciones. Pero eso sí, cuando a determinadas feministas se le pone frente a la verdad, les sale su verdadero yo y pierden por completo los papeles. Eso es lo que ocurrió en Valencia donde unas feministas protagonizaban un acto en un auditorio. Allí se encontraba Carmen, una joven del Frente Obrero de España quien les preguntó por qué ocultan "un problema" en alusión a que «es evidente que el aumento de la inmigración en España está relacionado con el aumento de casos de violaciones, violaciones de manadas y de matrimonio forzosos. Verán lo poco que les gustó a las defensoras de la mujer esta cuestión:

Atentos a la parte de la respuesta de una de las feministas a Carmen, «Mira, estoy hasta el coño, de verdad. Por favor. Estoy hasta el coño. ¿Se puede ir esta gente? ¡Estoy hasta el coño! ¡Hasta el coño ya, macho! Mira, no voy a escuchar a una puta persona más que hable con agresividad».... «¡No te voy a escuchar, pava, joder!» Y esa es la tolerancia feminista... contra la mujer.