Tristemente, Irene Montero ya no es Ministra de España, pero sus leyes siguen vigentes en el país, por ejemplo la ley trans. Con la posibilidad de la autodeterminación un Ertzaina se ha cambiado de género en el registro, lo que ha provocado un enorme malestar en la comisaría. 

Y es que, una vez el Ertzaina hizo el cambio en el registro, decidió que quería utilizar el vestuario de mujeres, al identificarse como tal, para ducharse y cambiarse. Algo que no ha gustado nada a sus compañeras que se han quejado porque el Ertzaintza trans "nunca había manifestado su deseo de cambiar de género, seguía vistiéndose como un hombre y nunca ha manifestado que quisiese que se refirieran a él por el género femenino, ni siquiera lo hace cuando habla de sí mismo".

Eso sí, no quiere ser descalificadas como tránsfobas, pese a que se sienten desprotegidas. El problema escaló cuando, para mitigar la solución, se tomó la decisión de poner una cortinilla para que el Ertzaintza trans pudiera cambiarse utilizando el vestuario pero de manera aislada, lo que ha sido más discriminatorio, por lo que se ha llegado a un acuerdo y la persona trans utilizará los vestuarios cuando no estén sus compañeras.

Espejo Público ha hablado con el Secretario de Organización del Sindicato Profesional de la Ertzaintza, Juan Carlos Sáenz, que ha asegurado no estar sorprendido porque "Hay una ley aprobada y algún día tenía que pasar, porque cada uno tiene sus inquietudes". Para Sáenz el proble está en la Ley y no en la persona trans ni en las compañeras. 

Además, ha criticado la gestión del gobierno: "alguien tendría que darle una solución, pero hace mucho tiempo que debería estar organizada, porque la ley no es de hace cuatro días", "hay una administración que está dejando de hacer sus funciones y esto lo que genera al final es un problema interno dentro de la propia unidad".