George Soros, personaje dotado de una inconmensurable mala leche, ha firmado un artículo en el diario Expansión, bajo el título: “Los inversores en China afrontan un duro despertar”.

Y esto es bello e instructivo porque, hasta hace unos meses, hasta que Joe Biden llegó a la Casa Blanca y el Nuevo Orden Mundial (NOM) consiguió expulsar a golpes a Donald Trump, Soros constituía uno de los mejores apoyos de Xi Jinping y del modelo chino de “un país, dos sistemas”. Es decir, repugnante política comunista y repugnante economía capitalista. Ambas, política y economía, aplicadas en grado de salvajismo manifiesto.

Entonces, ¿por qué riñen el NOM-chino con el NOM-USA? Porque ni a los comunistas chinos ni a los plutócratas norteamericanos les gusta que les toquen el bolsillo

¿Qué ha ocurrido? Pues que China se ha cansado de ser la segunda pata del Nuevo Orden Mundial (NOM), globalista, plutocrático y anticristiano. Tienen toda la razón los chinos: si el único criterio para liderar es crecer, ellos crecen más deprisa que Estados Unidos y que Occidente, así que, ¿por qué habían de conformarse con la medalla de plata del Nuevo Orden Mundial (NOM), cuando pueden obtener la medalla de oro?

Además, el virus, que si no suena a arma biológica china sí suena a error vírico chino, ha echado por tierra el prestigio de Beijing en el mundo. Por tanto, Soros ha decidido atacar. Asegura que el régimen de Jinping desprecia a las empresas privadas. ¡Qué astuto es George! Y entrando ya en el terreno de lo cachondeable, Soros asegura que el Gobierno chino no ha conseguido aumentar la natalidad de sus ciudadanos. Precisamente George, el gran partidario del aborto genocida, el mismo que de buena gana esterilizaría a los pobres… que no hacen más que parir.

China ya no admite ser un alumno del NOM a globalismo: ahora quiere ser el maestro

No olvidemos que el NOM no es un proyecto ni político, ni económico, sino cultural y, sobre todo antropológico. En plata, el NOM no es un nuevo capitalismo que se opone al viejo comunismo. El NOM sólo tiene un objetivo: liquidar el cristianismo. Eso puede hacerse desde la izquierda y desde la derecha porque ninguna de las dos cree en el principio de Bacon: la propiedad privada es como estiércol, muy útil siempre que esté convenientemente repartido.

En suma, estamos en Guerra Civil en el seno del Nuevo Orden Mundial: Nueva York frente a Pekín, progresismo comunista frente a progresismo capitalista.

Los chinos quieren un solo gobierno mundial público y progre. Soros quiere un solo gobierno mundial privado y progre. Monopolio político frente a oligopolio privado pero es lo mismo. A ambas tendencias sólo les une una cosa: su cristofobia.

George Soros riñe a Xi Jinping: el Nuevo Orden Mundial (NOM) también puede resultar divertido

Entonces, ¿por qué riñen el NOM-chino y el NOM-USA? Porque ni a los comunistas chinos ni a los plutócratas norteamericanos les gusta que les toquen el bolsillo.

China ya no admite ser un alumno del NOM a globalismo: ahora quiere ser el maestro.

George Soros riñe a Xi Jinping: el Nuevo Orden Mundial (NOM) también puede resultar divertido.

Y para quien quiere poner nombres y fechas al poder de George Soros en España, además de recordar que es el padrino de Pedro Sánchez, que se lea este libro de Joaquín Abad, La red secreta de Soros en España.