¿Se acuerdan de la mujer que aseguró que la habían violado en el metaverso? Pues eso es lo que me preocupa. No sé qué tiene este nuevo invento Facebook que atrae a todos los majaderos, las majaderas y les majaderes... como las moscas a miel.

El metaverso es a la vida lo que el bitcoin a la economía: una evasión. Las evasiones, como las novelas o el cine, son maravillosas mientras no se confundan con la vida real. Me preocupan, sobre todo, cuando pretenden sustituir a la vida real. La realidad es buena, la virtualidad también. El único problema llega cuando lo virtual se confunde con la realidad, porque esa es la definición de locura.

No renunciemos al metaverso. Hay quien lo aborda bien, como la estupenda página BARCELONADOT, pero consideremos sus límites. En el primero, el universo virtual no existe el sentido del tacto. Y eso es tremendo. Los avatares no somos nosotros, porque no pueden tocar, el sentido más importante de todos para dar noción de la realidad. 

El metaverso es una mera cuestión de dinero. Y la gente está dispuesta a vender su alma por dinero, pero no su vida

El metaverso es un algo estupendo porque es otra dimensión y es un desastre, no porque no sea real, sino porque se puede confundir con la realidad. Es decir, estar dentro del ordenador en lugar de acceder a algo a través del ordenador. Esto es: cuando me matan en el metaverso no muero. En el metaverso no hay muerte... porque tampoco hay vida.

Es un mundo de mentira que sólo persigue enriquecerse. Y el afán de enriquecimiento no sirve de mucho ni dura mucho en el tiempo: sólo es una cuestión de dinero. Y el dinero no es importante: la gente está dispuesta a vender su alma por dinero, pero no su vida. ¿Y el alma no es más importante que la vida? Sí, pero el alma se puede recuperar cuando nos arrepentimos; la vida no, es un don de Dios y una vez perdida sólo Dios puede devolvérnosla. 

Uno de los muchos problemas del metaverso es que sin tierra, sin ciudadanos, no hay Estado, sin tierra que gobernar todos somos ácratas... el metaverso es un intangible

En resumen, el peligro del metaverso: la vida convertida en videojuego... o sea, una estupidez. 

Un problema extra: uno de los muchos problemas del metaverso es que sin tierra no hay Estado, sin tierra que gobernar todos somos ácratas... y en el metaverso no hay tierra ni ciudadanos que gobernar. Es un intangible.