Como ha informado Hispanidad, Argentina aprobó la ley del aborto bajo el Gobierno de los Fernández y Fernández: Alberto y Cristina, entrando así de lleno en la lista de países inmersos en la cultura de la muerte. 

Pues bien: según informa Notivida, a partir de la sanción de la Ley 27610, y durante el primer semestre de 2021, se registraron 4.239 abortos en el sistema público de salud de la Ciudad de Buenos Aires.

El 55% de esos abortos se practicaron entre jóvenes entre 25 y 30 años, pero más de 200 abortos se realizaron en niñas con menos de 14 años.

La mayoría de los abortos se hicieron en el primer trimestre, pero un 8% de las embarazadas (más de trescientas) se acercaron al sistema de salud después de ese período. Entre esas, al menos 89 superaban las 18 semanas de gestación, lo que permite inferir que en algunos casos se eliminó a bebés que eran viables.

Los registros discriminan entre “IVE” e “ILE”. Dos eufemismos que refieren en el primer caso al aborto a simple demanda hasta las 14 semanas de gestación (IVE) y en el segundo, al aborto que se practica sin límite de edad gestacional cuando el embarazo es producto de un abuso sexual o pone en riesgo la salud integral de la gestante (ILE).

Además, alrededor del 70% de la “población objetivo” (mujeres entre 15 y 49 años, residentes en la Ciudad de Buenos Aires que sólo tienen como cobertura al sistema público de salud) está “protegida” con un método anticonceptivo y en general de larga duración (Implante, DIU/SIU o Ligadura tubaria). Pero el reaseguro del antinatalismo es el aborto.