El sospechoso cierre del Valle de los Caídos coincide en el tiempo con la solicitud en Murcia para que se retire el Cristo de Monteagudo. El argumento es que se trata de un símbolo religioso en un espacio público. La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha recibido un recurso basado en la jurisprudencia Lautsi del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. La sentencia de Estrasburgo obligaba al Estado italiano a retirar los crucifijos de los colegios públicos.

Pero ¿quién está detrás de esta solicitud? Se trata del abogado murciano José Luis Mazón Costa y de la letrada Encarnación Martínez Segado. Ambos son presidente y vicepresidenta de la Asociación Preeminencia del Derecho. Además, Mazón es famoso por otros casos. Por ejemplo, es el abogado que se querelló contra el juez Ferrín por un retraso malicioso en la adopción de una menor por una mujer lesbiana. Mazón fue el abogado defensor de dos lesbianas que resultaron ser hermanas. Suena a culebrón, pero así es: las niñas fueron dadas en adopción a dos matrimonios distintos en diferentes zonas de España. El destino las unió, se enamoraron y matrimoniaron civilmente. Cuando en el Registro Civil se dieron cuenta de que eran hermanas, la Fiscalía reclamó la nulidad del matrimonio por consanguinidad. El Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia pudo contrastar el hecho mediante pruebas biológicas y el matrimonio se declaró nulo.

El letrado Mazón fue también el representante legal de un sacerdote casado y con hijos al que el obispado de Murcia le retiró la licencia para dar clase de religión. El obispado estaba en su derecho y así lo reconocieron los tribunales. Cuando el caso llegó al Constitucional, Mazón interpuso una recusación contra los magistrados del tribunal por supuesto interés en la materia. Este recurso también fue desestimado.

En estos días Mazón Costa figura también en la prensa por ser uno de los abogados que se querellaron contra Garzón por el caso de la Universidad de Nueva York. Mazón ya ha pedido las suspensión del magistrado basándose en el caso Ferrín, en el que la simple admisión a trámite de la denuncia dio lugar a que el juez fuera suspendido. Pero no es el único caso de relevancia, porque el presidente de la asociación Preeminencia del Derecho acusó a Aznar primero de borrar los archivos informáticos antes de salir de La Moncloa y después de desviar fondos para obtener la medalla del Congreso de Estados Unidos.

Volviendo a lo que nos traía, Masón ha criticado la presencia del monumento erigido en 1951 como reliquia del totalitarismo católico impuesto por el régimen de Franco, sobrevive sobre el castillo musulmán de Monteagudo, cuya belleza destroza. De la belleza del castillo pueden hacerse idea viendo las imágenes y de la imposición franquista, pregunten en Río de Janeiro (Brasil), Silao (México), o en el Cerro de los Ángeles (España), este último construido originalmente mucho antes de que Franco llegara al poder y fusilado por los republicanos durante la guerra civil. Ahora, en lugar de fusilamientos, tenemos demandas, una especie de calentamiento mientras va llegando la ley de Libertad Religiosa, que seguramente nos hará a todos más libres. Viendo el panorama, no son pocos los que desean que esa ley prohíba llevar crucifijos en público, fiscalice los actos religiosos (católicos, que son los malos) o multe a quien en la calle se le ocurra decir ¡Jesús! cuando alguien estornude.

Rodrigo Martín

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