Resumen de tertulias y entrevistas en radio y TV (05/12/2019)

En Onda Cero, Fernando Ónega señalaba: “Lo que le pasa a Pablo Iglesias es que está en su propia transición. Está pasando de agitador a hacerse a la idea de que va a ser vicepresidente. Está pasando del mitin al Boletín Oficial del Estado.

Y eso tiene su liturgia y su proceso mental. Primera autonorma que se impuso, no hablar mucho, que por la boda muere el pez; no sea que la coalición no salga y se tenga que tragar sus palabras.

Segunda, no asustar a la gente, que bastante dijo que el miedo había cambiado de bando. Si entra en el Consejo de Ministros, tiene que tranquilizar a los poderosos contra los que arremetió, controlar el dinero público que hasta ahora le salía de las piedras y aceptar palabros como "equilibrio presupuestario", que en su boca hasta ahora quedaba fatal. Iglesias sabe, porque tonto no es, que gobernar no es agitar. Sabe también que, si gobierna, estará controlado por Bruselas.

Y conoce la experiencia del bipartito de Galicia, que fracasó porque aquello no fue un gobierno, sino dos. Creo que, si la coalición sale adelante, muchos podrán decir "este no es mi Pablo, que me lo han cambiado". Supones que está surgiendo un Iglesias más institucional. Es lo que toca. Es la púrpura. Con coleta o sin coleta, con traje o descorbatado, se está fabricando un nuevo Pablo. Hasta creo que se dejará llamar Iglesias Turrión”.

Carlos Alsina, en Onda Cero, comentaba: “Esto es extraordinario. El acuerdo que firme el presidente (con Esquerra, se entiende), estará dentro de la ley. Oiga, sólo faltaba.

Pero en los medios hemos recibido la frase como si aportara algo sustancial. Y ésa es la prueba de lo averiado que está ya todo. El problema, presidente, no es lo que diga el papel que usted le firme a Esquerra –-ya hemos visto estos días el gusto que le ha cogido al lenguaje de goma, la parte contratante de la primera parte en conflicto político--, el problema es lo que usted haga luego, cuando ya haya sido investido y estos socios tan poco recomendables le pasen al cobro las facturas. Una mañana de éstas el presidente se mirará al espejo y admitirá que el destrozo principal que se ha hecho a sí mismo (y a la presidencia del gobierno) es haber arruinado el valor de su palabra. Entenderá el presidente que, a estas alturas, ha puesto muy difícil fiarse de nada de lo que diga. Hoy satanizo al independentismo, mañana me pongo a hacer manitas.

Aquí viene la segunda prueba de la avería general. El doctor Ábalos. Metiéndose en un jardín notable en su afán por hablar cada día más como Oriol Junqueras. La doctrina del cauce. Encontremos un cauce para que nadie tenga que saltarse la ley.

Un cauce para que nadie tenga que saltarse la ley. Ésta, en efecto, es la doctrina indepe de siempre: ellos aprobaron leyes inconstitucionales para hacer un referéndum ilícito y proclamar la independencia por las bravas… porque España no les dejó otra salida. Tuvieron que hacerlo porque se les dijo no a todo lo que proponían. Ábalos en modo Junqueras.

En Onda Cero, Rubén Amón lanzaba preguntas: “¿No es un tanto obsceno que los agentes sociales y el PSOE traten de convencernos de que el rasgo fundamental de Esquerra no es el soberanismo ni el republicanismo, sino su condición de partidos de izquierda?

Meritxell Batet reconocer que no va a ser fácil una investidura breve. ¿Y qué le importa a Sánchez si el retraso le permite seguir siendo presidente? Al tran-tran, empezó en 2018, ha resistido en 2019 y ya se nos ha plantado en 2020.

El propio Sánchez manifiesta que el acuerdo con ERC será dentro de la Constitución. ¿Es que fuera no sería un delito?

La auditora jefa de Podemos denuncia irregularidades financieras y adulteraciones en las primarias. ¿Dirá Iglesias que es culpa de Villarejo?

Rajoy presenta sus memorias en Madrid. ¿Os acordáis cuando el PP no tenía 89 diputados, como ahora, sino 186?”.

En la COPE, José María Fidalgo reflexionaba: “He dicho que lo que creo que es un poco pantomima es lo de ERC, no lo de Podemos. Lo que he dicho es que como creo que Sánchez puede ser todo lo malo que sea, todo lo terriblemente enemigo de sus enemigos que sea, no es un suicida, que lo ha demostrado. Sabe que un pacto con los nacionalistas puede ser un suicidio político para él, intuyo. Y anda buscando otras alternativas”. “Mira en el Parlamento la cantidad de gente que hay”. “Está por ver lo que hacen Cs y el PP, por ejemplo”. “El Gobierno no está hecho, ni mucho menos, con ERC”.

Salvador Sostres explicaba: “Alabo el optimismo de José María (Fidalgo), yo querría que fuera como tú dices y es posible que sea como tú dices. Me parece razonable lo que tú dices”. “Hay que manejar bien la información de Cataluña en estos caso. Y yo lo que digo es que en ERC no está la disposición de hacer presidente a Sánchez si este no da cosas muy notables”.

En la SER, José María izquierdo comentaba: “Es de tal calibre el hastío que ya empezamos a decir lo primero que se nos pasa por la cabeza. Es comprensible, porque lo que antes estaba al alcance de cualquier político, formar un gobierno, así, normalito, con sus ministros y ministras, se ha convertido desde que Pedro Sánchez gana las elecciones, una tras otra, en un sueño imposible, en una epopeya homérica, en el sueño alquimista de obtener el elixir de la vida para hacernos inmortales.

Ni tan siquiera se aguanta el mismísimo Felipe VI, que le ha dicho a Meritxell Batet, que ya está bien, que quiere un gobierno bien pronto, mañana mejor que pasado.

Incluso Pedro Sánchez se ha llegado a Londres para declarar muy solemnemente que el acuerdo con Esquerra, si es que se consigue, siempre será en el marco de la ley y de la democracia y además será público. Obviedad insultante”.

En la SER, José Luis Sastre destacaba: “Casi todo el PP -casi porque faltaba Cayetana Álvarez de Toledo, por ejemplo, por lo que fuera- estuvo anoche en la presentación del libro de Mariano Rajoy, que fue a advertir contra los frívolos y los doctrinarios. Aznar tampoco estaba en la presentación, por lo que fuera. Rajoy citó a Ortega y a Cánovas y se citó a sí mismo, con unas frases que dijo cuando se convirtió en presidente del PP.

Allí estaba Casado, que tiene el plan de unir a la derecha. Lo que pasa es que Vox le pone problemas porque, en el fondo, lo que quiere Abascal es lo que quiso Rivera: sorpassar al PP. Por eso ahora hace ver Vox que están a malas con su único socio posible, que es el PP. El PP y Ciudadanos. Así que, sin intención de romper nada, la extrema derecha avisa y la cosa se ha puesto tensa. El primer aviso sale de Andalucía.

En tuiter se andan diciendo Vox y PP cosas que no se dicen ni los compañeros de partido. Más neurona, menos testosterona, pidió un diputado del PP como si lo coreara en una manifestación. En Madrid, ha dicho Almeida que está tranquilo, lo mismo que Ayuso. Más ahora, que están a otra cosa, a un paso de ponerle una calle a Greta Thunberg. Calle que estaría dentro de Madrid Central, claro.

En esas estamos: Rajoy predica el centrismo y Casado trata de que no se le vayan los ultras, dispuestos a encarecer su apoyo mientras Ayuso libra un combate contra el socialismo que le permita el clima. Luego que si las películas de Scorsese se nos hacen largas: aquí vivimos dentro de una constante”.