El progresismo del siglo XXI, que ha tomado cuerpo en la ideología 'woke-gender' ha perdido la vergüenza. Durante el lunes 28, a una semana de las elecciones norteamericanas que enfrentan a Harris y a Trump, sin el menor rubor, a través del Canal 24 horas-todo noticias, comparó y escenificó un mitin de Donald Trump con un desfile nazi de los años 30 del pasado siglo XX.

Mensaje apenas subliminal: Trump es un nazi. Si eres un nazi vota a Trump, si eres demócrata vota a Kamala Harris. De esta forma, el progresismo del siglo XXI ha alcanzado el woke, supuestamente antirracista, y lo ha mezclado con el 'gender', la ideología de género, madre de todas las inmundicias que asuelan Europa, antigua maestra del mundo.

El 'despierta' del woke negro, ahora traspasado a Europa hasta extremos grotescos (pregunten a Vinicius), colabora con la ideología de género, según la cual el hombre decide que se ha creado, generado y engendrado a sí mismo y decide si quiere ser varón o hembra independientemente de su biología. Es la habitual técnica de Satán a lo largo de la historia humana: como es incapaz de crear, recrea lo creado por Dios... y es así como surge el monstruo de Frankenstein.

Donald Trump se equivoca muchas veces pero aún distingue entre el bien y el mal. Lo contrario de Kamala Harris, convencida de que el bien es el mal y el mal es el bien, por lo que no se equivoca algunas veces: se equivoca en origen, o sea, siempre

En una crónica de Cristina Olea que, aunque no lo parezca, no trabaja en la campaña electoral de Kamala Harris sino en televisión española, en calidad de corresponsal en Nueva York, la tele de Sánchez no se cortó un pelo: Trump es un nazi y Kamala una demócrata: ¿a quién prefieren?

RTVE homologó un mitin del candidato republicano con un festival nazi. Esto es: el Nuevo Orden Mundial (NOM) se vuelca con la peligrosa Kamala Harris. Y eso significa que si no te sometes al 'woke-gender', eres un ultra y debes ser eliminado.

Trump

Está claro que a todos, a los 8.000 millones de seres humanos que poblamos la tierra, nos interesa que las elecciones del 5 de noviembre las gane Donald Trump, que se pasa dos pueblos y se equivoca muchas veces pero aún distingue entre el bien y el mal. Lo contrario de Kamala Harris, de sonrisa eléctrica pero convencida de que el bien es el mal y el mal es el bien, por lo que no se equivoca algunas veces: se equivoca en origen, o sea, siempre.

El paroxismo del 'woke-gender': o aceptas el aborto sin medida, hasta el infanticidio puro y duro... o no eres un demócrata y debes ser eliminado

Otrosí: la trampa NOM -o estás conmigo, con Kamala, o eres un ultra de Trump que debes ser perseguido- se aplica también al aborto: o aceptas el derecho al aborto (¿Derecho de una mujer a asesinar a su propio hijo en sus propias entrañas? ¿Esto es un derecho?) o no eres un demócrata y debes ser eliminado. Es curioso que el NOM asegure que no hay que hablar de aborto, tan sólo perpetrarlo sin medida... mientras el aborto continúa siendo una de las claves de las elecciones gringas. Si no, miren a qué dedicó la verdulera de Michelle Obama su ligeramente nauseabundo discurso de apoyo a Kamala Harris: lo dedicó al derecho a decidir.

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Además, con unas encuestas que hablan de empate, no lo duden: antes que perder la Casa Blanca, el Nuevo Orden Mundial (NOM) hará trampas a favor de Harris.

Sí, Trump debe ganar porque el mundo entero está en juego.