Tras cuatro años de discreción frente al acoso mediático, Melania Trump se convierte ahora en protagonista, por su defensa de la familia
En Estados Unidos, la figura de la primera dama no es un mero cargo protocolario, sino un auténtico puesto de notable relevancia social en la primera potencia mundial. Normalmente las primeras damas no suelen ser objeto de crítica por parte de los medios de comunicación. Sin embargo, esta no ha sido la experiencia de Melania Trump, quien ha sufrido durante estos cuatro años un acoso mediático cruel y grosero, por el único motivo de ser la esposa de Donald Trump, y ya se sabe que todo vale contra Donald.
Frente a primeras damas como Hillary Clinton o Michelle Obama que utilizaron su estancia en la Casa Blanca como puente para desarrollar su carrera política posterior y no dudaron en extralimitarse en sus funciones, Melania Trump se ha caracterizado por asumir con meritoria discreción pero con una gran firmeza.
Hillary Clinton y Michelel Obama aprovecharon su paso por la Casa Blanca para preparar su carrera política. Melania ha optado por la discreción
Así, si bien Melania ha asumido un papel discreto durante la campaña, todas sus intervenciones han sido de un profundo calado. En un acto en el decisivo Estado de Pensilvania, la primera dama formuló uno de los mejores discursos que se han escuchado en la campaña, que es un buen resumen del injusto calvario que ha sufrido el matrimonio Trump durante su mandato en la Casa Blanca.
Esas convicciones se plasman en una férrea defensa de la institución de la familia, que manifestó tanto en su brillante discurso en la Convención Nacional Republicana como ahora en la recta final de la campaña. Así, Melania afirmó que los valores estadounidenses son los valores de la familia y que el objetivo de los medios de comunicación es la destrucción de la familia.
Coronavirus. Melania recuerda que cuando Trump prohibió los viajes a China, ya en febrero, Biden le llamó racista y xenófobo
Otro gran bloque del discurso se centró en la defensa de la gestión de su marido como presidente. Frente a unos de medios de comunicación que únicamente se dedican a criticar sin límite a Trump, recordó que con su marido Estados Unidos alcanzó la tasa de paro más baja desde el final de la Segunda Guerra Mundial (un 3%), que se han cerrado acuerdos históricos de paz, sobre todo en Oriente Medio y que se han puesto final a todos los conflictos bélicos promovidos tanto por sus antecesores demócratas y republicanos. En materia de la gestión de la pandemia del Covid-19, recordó que su marido siempre ha perseguido proteger la salud de los americanos. Puso de manifiesto la incoherencia de los demócratas, al recordar que cuando Donald Trump en el mes de febrero, y antes de que todos los países occidentales promovieran el cierre de fronteras, prohibió el tráfico aéreo desde China para impedir la propagación del virus, Joe Biden le calificó de racista y xenófobo. También recordó cómo mientras que el virus se propagaba por el país, el único interés demócrata era promover el impeachment contra el presidente Trump.
También se centró en desmentir las falsas polémicas que promueven los medios de comunicación, acerca de una supuesta mala relación entre ella y su marido o entre ella y los hijos del presidente. Así, Melania afirmó que se trata de intrigas palaciegas carentes de fundamento, que provienen de antiguos empleados cabreados y rencorosos y de fuentes anónimas que, desde la sombra, promueven la calumnia. Sorprende en nuestros tiempos cuando alguien habla tan claro y con tanta firmeza.
Melania se ha convertido en uno de los mejores activos para la reelección de Donald Trump
Melania culminó su discurso subrayando el carácter histórico y único de esta elección, al señalar que no es sólo sobre los cuatro próximos años sino sobre las próximas generaciones.
La firmeza y fortaleza de Melania es sin duda uno de los principales activos con los que cuenta el presidente Trump para afrontar estas elecciones que decidirán el futuro de EEUU… y del mundo.