Silvio Berlusconi ha tenido que pedir disculpas a Giorgia Meloni por insultarla y se ha visto obligado a reconocer que se subordina a su autoridad. El encuentro duró más de una hora y tuvo lugar en la sede de Hermanos de Italia, algo nada habitual puesto que los encuentros entre ambos líderes suelen darse en una de las residencias de Berlusconi, hecho que se ha interpretado como un gesto de la nueva etapa de paz entre ambos y de sumisión por parte de Berlusconi. 

Al finalizar la reunión, se distribuyó un comunicado conjunto en el que se subrayaba que se encontraron "unidad de objetivos" para la formación de un "Gobierno fuerte" y "máxima cordialidad y colaboración". 

Y es que la polémica saltaba cuando un periodista captó en una foto un documento de Berlusconi en el que, a pesar de los tachones, podía leerse una lista de adjetivos que el líder de Forza Italia dedicaba a Meloni: "Sabionda, prepotente, arrogante, ofensiva y ridícula", "No tiene disponibilidad al cambio, es alguien con quien no te puedes llevar bien", podía leerse. 

Berlusconi explicó: "Ese no es mi pensamiento, sino una síntesis de las frases que escuché de nuestros senadores, muy tensos por los vetos de vuestros parlamentarios hacia nuestros representantes". A lo que Meloni respondió: "En la lista faltaba un adjetivo: no soy chantajeable".

Insultos o síntesis de frases, parece que la paz ha llegado entre Meloni y Berlusconi, con lo que consiguen sortear uno de los muchos problemas que está habiendo en la configuración del nuevo Gobierno italiano. Aunque aún queda por saber cómo resolverán el reparto de ministerios: el líder de Forza Italia quiere el mismo número que la Liga de Salvini, puesto que obtuvieron "prácticamente los mismos votos", algo que parece que Meloni concederá a Berlusconi. Aunque todo apunta a que no le dará el codiciado ministerio de Justicia y Desarrollo Económico, por el que Berlusconi ha mostrado mucho interés.